Este álbum celta de Enaid & Einalem, es el trabajo de David y Diane Arkenstone, el prolífico dúo de música instrumental contemporánea. Sus huellas están por todas partes en el álbum "Avalon: A Celtic Legend (Avalon: Una Leyenda Celta)", con paisajes sonoros exuberantes, melodías agradables y un cierto toque cinematográfico, y como es el caso de muchos de sus lanzamientos hay mucho que celebrar en realidad. Dicho esto, el álbum es una perfecta colección de canciones de música New Age con tenues reminicencias celtas. Un álbum ideal para música de fondo en un día de otoño frío y lluvioso. Este es un compendio de piezas instrumentales que basan sus títulos en acontecimientos históricos y conceptos dentro de la historia clásica.
Diane Arkenstone - Avalon, A Celtic Legend (2002)
01. Road to Camelot
02. Enchantment
03. Avalon
04. The Spirit of Excalibur
05. Merlin's Secret
06. Lady of the Lake
07. The Round Table
08. Guinevere's Tears
09. The Wedding
10. Arthur's Farewel
Duración total: 43:44 min.
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Neto 17 de julio de 2012 04:00
ResponderEliminarPodés descargar el álbum completo de la siguiente dirección http://msterbls.blogspot.com.ar/2007/12/diane-david-arkenstone-enaid-avalon.html
Neto 23 de noviembre de 2012 14:10
Un poco de música celta para compartir en el día de hoy. Avalón: una Leyenda Celta es del grupo Enaid formado por Diane y su esposo, el conocido músico y compositor David Arkenstone acompañados por Melanie Enaid y el dúo Einalem. "Avalon" es una pieza instrumental única en el género New Age incluída, además, en el CD recopilatorio The Best of Diane Arkentone.
ups... acá tampoco comentaron... ¿qué, no les gustó la canción? buaaaaaaaaa
ResponderEliminarMenos mal que ahora el blog nos brinda una segunda oportunidad: la de "Comentar los comentarios"... jajajaja
ahhhhhh estoy buscando donde apareci Neto!! aun no me encontré ! jajajaj sigo en la búsqueda con mi brujula virtual!!
ResponderEliminarDe paso comento... Diane and David Arkenstone son artistas consagrados y este tema es especialmente maravilloso!!
GRACIAS por esta oportunidad de comentar los comentarios jajajajajj
Vaya uno a saber qué pasaría en ese momento que no comentamos nada, creo que aún no tenía noticias del blog, luego ya no pude dejar de hacerlo, primero porque me ganó el oído y el corazón y luego porque sino comentaba vos me marcabas de cerquita, jajajaja. Bueno por lo que sea ahora tengo la posibilidad de reivindicación y la verdad que es tan bella esta música y estos músicos tan talentosos que producen mucha paz, placer y sólo hay que dejarse llevar y disfrutar....
ResponderEliminarGracias Gloria: jamás te sientas presionada por comentar... solo hazlo cuando tengas deseos de hacerlo y con el corazón! Beso
ResponderEliminarPara nada no me presiona nada ni nadie, lo hago desde el corazón, de eso no tengas la más mínima duda, lo que sí es cierto es que la necesidad de hacerlo fue ganándome poco a poco hasta convertirse en la maravillosa costumbre de entrar y recorrerlo todo el tiempo y nutrirme de buena música y la mejor compañía de gente querida y necesaria, beso
ResponderEliminarGracias Gloria por la compañia... me alegraste la mañana! Tomamos mates juntos!... como en otras épocas que retornarán! Beso
ResponderEliminar"Felicidad es estar cada día menos angustiado."
ResponderEliminarAlejandro Jodorowsky, artista chileno.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar🌒 Menos Angustia, Más Alma
ResponderEliminarUna carta desde Aluminé para MusiK EnigmatiK
Aquí, en Aluminé, la felicidad no tiene la forma de un grito.
Es más bien un susurro que se cuela entre las ramas de los pehuenes, una caricia leve que baja con el río al amanecer.
Vivimos creyendo que la felicidad debe ser explosiva, desbordante, un momento apoteósico como en las películas. Pero en esta tierra de viento y silencio, uno aprende otra cosa:
la verdadera felicidad no se busca. Se descubre —muy de a poco— cuando empezás a dejar de angustiarte por todo lo que no sos.
Recordé la frase de Jodorowsky mientras caminaba por el sendero que bordea el río Aluminé, después de una noche larga de pensamientos densos.
“Felicidad es estar cada día menos angustiado.”
Así, simple.
Pero tan certera como un rayo cayendo en mitad del bosque.
En algún momento de nuestras vidas —y tal vez ya te haya pasado—, uno se da cuenta de que no va a alcanzar todo lo que soñó, ni va a arreglar todos los errores, ni va a ser quien los demás necesitan que uno sea.
Y lejos de ser una derrota, eso puede ser el principio de tu libertad.
El alma no quiere perfección. Quiere verdad.
Y la angustia nace cada vez que nos alejamos de lo que somos, cada vez que nos traicionamos por miedo, por mandato o por costumbre.
A veces me despierto antes del alba solo para escuchar cómo la luz entra en la montaña. Ese instante donde todavía no hay exigencias, donde no tengo que ser nadie. Solo soy.
Y es ahí, en ese no-hacer, donde la angustia se disuelve como la niebla con el sol.
No digo que no vuelva. Vuelve. Siempre vuelve.
La angustia es parte del viaje. Pero ya no me arrastra como antes, porque he aprendido a conversar con ella.
A preguntarle:
—¿Qué venís a mostrarme esta vez?
—¿Qué parte de mí dejé sin cuidar?
La felicidad, entendida así, no es un estado. Es una tendencia del alma hacia su centro.
Es el momento en que te das cuenta de que podés respirar sin culpa.
De que no tenés que correr más.
De que incluso si el mundo no cambia, vos sí podés soltar la piedra que cargás en el pecho.
Aluminé me enseñó que no hace falta ir muy lejos para encontrar paz. A veces, solo hay que sentarse a mirar cómo una rama se deja llevar por la corriente. Sin pelear. Sin destino. Simplemente dejando de resistir.
¿Te suena demasiado simple?
Tal vez porque lo simple da miedo.
Porque lo simple nos enfrenta con el vacío que intentamos llenar con metas, con ruido, con personas, con historias que ya caducaron.
Pero si hoy, solo por hoy, pudieras dejar de angustiarte un poco menos...
¿No sería eso un gran acto de amor hacia vos mismo?
No se trata de negar la tristeza, ni de forzar sonrisas. Se trata de respirar en medio del caos, y recordar que tu valor no se mide por lo que lográs, sino por lo que sos capaz de soltar.
Soltar la necesidad de tener razón.
Soltar la ansiedad de llegar.
Soltar la angustia como única forma de sentir.
Porque sí, amigo del espíritu errante:
estar un poco menos angustiado cada día… también es una forma de ser feliz.
Y si alguna vez te olvidás de eso, vení.
Acercate a Aluminé, aunque sea con la imaginación.
Escuchá el río.
Respirá hondo.
Y dejá que el crepúsculo te diga, una vez más, que no estás solo.
—
Con el viento del sur en los ojos y el alma descalza,
Una voz del bosque