"Across the View" es un álbum del compositor estadounidense Richard Burmer, conocido por su fusión única de música electrónica, ambiental y elementos étnicos. En esta obra, Richard Burmer crea paisajes sonoros evocadores que transportan al oyente a mundos imaginarios, combinando sintetizadores etéreos con texturas acústicas y melodías profundamente emocionales. El álbum destaca por su capacidad de contar historias sin palabras, evocando una sensación de viaje introspectivo y espiritual. Considerado una joya dentro del catálogo de música new age y electrónica de los años '80, "Across the View" refleja la sensibilidad artística del músico Richard Burmer y su habilidad para mezclar lo tecnológico con lo orgánico.
Richard Burmer - Across The View (1987)
01. Across The View
02. Magellan
03. Turning To You
04. Look Where We Are Now
05. The Forgotten Season
06. Celebration In The Four Towers
07. The Art Of Spirit Bending
08. Lament
09. A Story From The Rain
10. Extension Of A War
11. Waking The Icons
Duración total: 56:00 min.
01. Across The View
02. Magellan
03. Turning To You
04. Look Where We Are Now
05. The Forgotten Season
06. Celebration In The Four Towers
07. The Art Of Spirit Bending
08. Lament
09. A Story From The Rain
10. Extension Of A War
11. Waking The Icons
Duración total: 56:00 min.
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La vida está llena de belleza. Obsérvala. Huele la lluvia y siente el viento. Vive tu vida en su máximo potencial, y lucha por tus sueños. —Ashley Smith.
ResponderEliminarLa frase de Ashley Smith nos invita a sumergirnos en el presente con todos nuestros sentidos y a reconocer la belleza que nos rodea, no solo en los momentos felices, sino en los simples y cotidianos. Hay una invitación implícita a la atención plena, a la capacidad de ver más allá de lo evidente, de descubrir lo que no siempre está a la vista, pero siempre está disponible para aquellos dispuestos a observar.
"La vida está llena de belleza. Obsérvala." Esta parte nos recuerda que la belleza no es algo lejano ni exclusivo de ciertos lugares o momentos. Está en el susurro del viento, en el latido de cada paso, en la mirada de un extraño, en el aroma de la tierra después de la lluvia. Todo esto está allí, disponible para quien se atreva a mirar sin prisa, a tomar un respiro y simplemente ver.
"Huele la lluvia y siente el viento." La lluvia y el viento son símbolos del cambio y la transformación. La lluvia limpia, renueva, hace crecer. El viento es invisible, pero tiene el poder de moverlo todo. Esto es un recordatorio profundo de que, a veces, la vida no necesita ser controlada o entendida por completo. A veces, solo basta con experimentarla en su totalidad, permitiendo que nos mueva, nos sacuda y nos transforme. Nos invita a soltar el control y a confiar en el flujo natural de la existencia.
"Vive tu vida en su máximo potencial, y lucha por tus sueños." Aquí hay una llamada al empoderamiento. Si la belleza está en todas partes, ¿por qué no vivir una vida que esté a la altura de esa belleza? Si la vida está llena de milagros invisibles, ¿por qué conformarse con menos de lo que uno puede ser? La clave está en ser conscientes de nuestra capacidad, de nuestra fuerza interna y de nuestros sueños. La lucha no es solo contra los obstáculos externos, sino también contra nuestras dudas y limitaciones internas. La verdadera lucha es por realizar aquello que sabemos que podemos ser, aunque el camino esté lleno de sombras.
En resumen, este mensaje es una invitación a la presencia, a la percepción, y a la acción. La vida no es un destino, sino una serie de momentos fugaces llenos de oportunidades para ser plenamente nosotros mismos. Cuando te permites ver la belleza que te rodea, cuando dejas que el viento te acaricie y la lluvia te renueve, te conectas con una fuerza mayor que te impulsa a vivir tu vida con propósito. A luchar por tus sueños, no como una carga, sino como una danza con lo divino, con el viento y con la lluvia.
🌄 "Donde Habita el Viento: Una Reflexión desde Aluminé"
ResponderEliminarPor un alma errante entre montañas y ríos
“La vida está llena de belleza. Obsérvala. Huele la lluvia y siente el viento. Vive tu vida en su máximo potencial, y lucha por tus sueños.”
— Ashley Smith
Hay lugares que no se encuentran en los mapas, sino en los silencios.
Yo vivo en uno de ellos. Se llama Aluminé.
Aquí, entre los susurros de los pehuenes milenarios y el fluir eterno del río, aprendí que el mundo no se conquista con fuerza… sino con presencia.
En Aluminé, la naturaleza no es un fondo. Es maestra. Es espíritu.
Cuando sopla el viento, no lo hace solo para mover ramas: te está hablando.
Y si estás lo suficientemente en silencio por dentro, lo vas a escuchar.
Aprender a ver la belleza es un acto de rebeldía sagrada en tiempos de ruido.
No hablo de la belleza maquillada, ni de la que se grita en redes sociales.
Hablo de la que se revela cuando estás caminando por la montaña y, de pronto, el cielo se abre y deja caer una lluvia tibia, que huele a tierra viva.
Hablo de ese instante en que respirar se vuelve un acto místico, y te das cuenta que estás aquí. Ahora.
Respirando. Viviendo.
Los antiguos mapuches decían que el espíritu no se busca, se despierta.
Y que para ello, uno debe caminar.
No con los pies.
Con el alma.
Y yo te invito, desde este rincón del sur, a caminar dentro tuyo.
A reconocer las montañas internas que no te animás a escalar.
A cruzar los ríos que temés atravesar.
A dejar que el viento que mueve los ñires también mueva tu vida.
Cada mañana, cuando despierto con el canto de los teros y el murmullo del agua, me repito una promesa:
Hoy voy a vivir mi vida con todo su potencial.
Aunque duela. Aunque tenga miedo.
Aunque no sepa cómo.
Porque el espíritu no se revela en la perfección.
Se revela en la presencia valiente.
En ese pequeño acto de mirar el cielo con asombro.
De agradecer el pan caliente.
De tomar la mano que se ofrece.
De seguir soñando aunque todos digan que no se puede.
He visto a hombres reconstruirse con el hacha y el fuego.
He visto a mujeres sanar bailando descalzas junto al fogón.
He visto almas quebradas volver a cantar al ritmo del kultrún, ese tambor sagrado que resuena con los latidos del universo.
No necesitas entender todo.
Solo sentir.
Respirar hondo.
Y confiar.
Tú eres parte de esta tierra.
Aunque no vivas aquí, hay un Aluminé interno en cada ser humano.
Un lugar donde aún es posible ser libre.
Soñar con los ojos abiertos.
Luchar por lo que arde en el pecho.
Y si alguna vez te olvidas quién eres…
Detente.
Mira el cielo.
Huele la lluvia.
Siente el viento en la cara.
Ahí está la respuesta.
Ahí comienza el viaje.
🌀 El espíritu no se encuentra. Se recuerda. Y tú ya lo eres.