Al igual que sus homónimos, "Fresh Aire III" es una serie de temas específicos de la canción (el ciclo de vida, el bosque) dentro de un tema estacional más amplio, esta vez el verano. Aquí se encontrá una mezcla de música new age, medieval, rock progresivo de teclado e instrumentos musicales suaves que conformaron los primeros dos álbumes de la exitosa serie Fresh Aire en cantidades variables. Mannheim Steamroller no estaba dispuesto a abandonar su estética de Fresh Aire, sin embargo, logran avanzar dentro de esos parámetros musicales con cada álbum mientras el compositor Chip Davis proyecta sus excelentes arreglos en un ambiente clásico equilibrando las piezas orquestales como en esta preciosa canción titulada "Amber".
Mannheim Steamroller - Fresh Aire III (Summer) (1979)
01. Toccata
02. Small Wooden Bach'ses
03. Amber
04. Mere Image
05. Morning
06. Interlude VI
07. The Cricket
08. The Sky
09. Midnight on a Full Moon
Duración total: 33:55 min.
"Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho."
ResponderEliminarHesíodo
El segundo concepto en la pregunta es "problema". En el ejercicio previo (el porqué del porque), se trató el tema de los problemas que tienes en tu vida. El objetivo era hacerte comprender que:
ResponderEliminar1. Las excusas que te detienen a cambiar o a hacer las cosas que quieres de tu vida son los problemas.
2. Es muy fácil sacar a la luz explicaciones de todas tus “problemas”.
3. Es más difícil determinar la verdadera causa del porqué te sientes así.
Existen dos formas de lidiar con los problemas: aceptar que existen o considerar que sólo existen en tu mente. Algunos autores como Wayne Dyer establecen que no hay problemas, que sólo es la forma en que tu mente categoriza una situación. Personalmente, creo que hay que aceptar que los problemas siempre van a estar ahí, durante toda tu vida. Pero tienes que tomar la decisión de dejarlo entrar a ti como un "problema" o como una "situación". Todos viven en situaciones distintas; algunos son pobres o son ricos; otros están solos o viven con demasiada gente; otros son muy jóvenes o demasiado viejos. Éstos son sencillamente situaciones en las que vives actualmente, pero en el momento en que las comparas con los demás, se convierten en problemas.
La verdadera comparación nace de comparar si eres mejor persona de lo que eras ayer. No más rica, más sabia o más cómoda. Sino más cordial a tu vida, a los demás y a Dios. De esta forma, tú tienes el control de tu situación de vida, y puedes tomar acciones para hacer los cambios necesarios para tu felicidad.
Ahora se puede resolver la pregunta ¿Quién es el culpable de mis problemas? Partiendo de las definiciones, hay dos derivaciones de la pregunta original:
a. ¿Quién provocar los problemas?
b. ¿Quién carga con los problemas?
El cuestionarme lo anterior me hizo darme cuenta que, en la vida, hay dos personajes principales: el Ego y Tú.
El Ego es quien provoca tus problemas. Los defino como el sistema de ideas, emociones y concepciones individuales y colectivas que crean la única realidad que ves en el mundo. Imagina los siguientes conceptos: gordo y delgado. Déjame preguntarte: ¿te categorizas como alguno? ¿Te hace sentir mal alguno de estos términos? ¿Te hace sentir bien compararte con uno de estos términos, contra los demás? Hace miles de años, las personas con sobrepeso eran consideradas símbolos sexuales deseados.
Ahora, el concepto de símbolo sexual ha cambiado hacia las personas delgadas. ¿Qué fue lo que cambió en realidad? Nada. Porque sigue existiendo la separación dolorosa entre un tipo y otro. Dos simples palabras que pueden afectar de forma totalmente distinta, durante el resto de su vida, a una persona. Esto es un ejemplo del Ego.
El Ego es lo que has sido toda tu vida, tu prisión y lo que te hace sentir insatisfecho todo el tiempo. Has vivido el Ego en este mundo, y si en algún momento has sido feliz, ha sido a través del placer del Ego. Por eso nunca has sido feliz, porque tu felicidad ha sido basada en una irrealidad, una mentira. Nada de lo que crees que eres, lo es. No eres tu trabajo, ni tus victorias, ni tus padres o tus hijos, ni tu dinero ni tu placer. Todo eso, que crees que eres dueño de, es en realidad el Ego.
Por ello, cada vez que has perdido algo o alguien, te ha dolido tanto. Porque la verdad es que tú no posees nada, no eres dueño de tu cuerpo, mente, bienes o familia.
Cuando crees que eres dueños de lo anterior, refuerzas tú lazo con el Ego, alejándote cada vez más de la felicidad verdadera, y fortaleciendo el vínculo de la felicidad virtual.
Si en este momento no crees o entiendes, es natural. Todos tus años de vida has buscado la felicidad, y nunca la encontraste ni la encontrarás. Porque no es TU felicidad, sino la del Ego. Y el Ego nunca va a ser feliz.
No juzgues, no pienses no rechaces nada. Sé que estos conceptos pueden ser nuevos para ti, pero deja a un lado la crítica y la desconfianza. Sigue leyendo y déjalo entrar en ti.