David Lanz - Nightfall (1985)

"Nightfall (Anochecer)" es el segundo álbum de David Lanz. Con piano puramente individual, el álbum contiene algunos de los clásicos del reconocido artista con registros relajados y sentimientos placenteros. Este álbum es uno de los mejores CD de David Lanz, y contiene piezas para piano solo que son más de estilo neoclásico y que reflejan muy bien su talento. Hay varios tipos de música de este pianista, elegante piano solo, música ambiental y experimental. "Leaves on the Seine (Hojas en el Sena)" es música rica que expresa emociones, desde tristeza, dolor, esperanza y alegría. Hermosa, movida y brillante. Esta poderosa pieza en evolución es una de sus tantas canciones favoritas. Esta producción de David Lanz, "Nightfall", parece capturar la esencia de la vida...

 

David Lanz - Nightfall (1985)

01. Leaves on the Seine
02. Nightfall
03. Faces of the Forest
04. Courage of the Wind
05. Water from the Moon
06. Song for Monet

Duración total: 43:23 min.

Comentarios

  1. bueno comenzaremos a comentar retrospectivamente y para que poco a poco vaya poblándose nuevamente de palabras, cosas lindas por comentar y volvamos a disfrutar esta música bella que tanto bien nos hace, seguramente será un arduo trabajo pero que se hará con tanto placer que se disfrutará al máximo. En esta nueva oportunidad reconozco que lo estoy escuchando con otros oídos y disfrutándolo mucho más además que lo saboreo con mucha más intensidad, la situación que vivimos con la eliminación del blog nos planteó otro desafío y es cuidarlo mucho más así que continuaremos buscando en el arcón para acompañar música y lectura como nos lo propusimos hace un tiempito:
    “Cuenta la leyenda, de una pequeña alma que con sólo ver su mirada… Era capaz de despertar a las almas adormecidas”

    Lautaro viajaba a su trabajo. Como todos los días, en el subte línea A. Rumbo a la estación Lima, realizaba una combinación con la línea C, que lo llevaría a la estación Constitución. Y de ahí se tomaba, el colectivo línea 98 que lo llevaba a Barracas. Al subir a la formación pudo sentarse en uno de los asientos de madera, clásico de esa línea, ya que poseían vagones de los años 30s.

    Al sentarse pudo divisar los rostros de los pasajeros, estos poseían cara de no estar en ningún lado… Cada uno inmerso en su propio mundo… Como si se encontraran en un eterno transe, éstos se movían al ritmo de la formación. Estas personas no se daban cuenta de la atenta mirada de Lautaro tenia hacia ellos.

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  2. Él, había cometido más desaciertos que aciertos en su vida. Realmente había hecho todo “al revés” de lo establecido. Quedando siempre solo, ante estas acciones. Cada día que pasaba, su alma se encontraba cada vez más vacía. Sentía la completa indiferencia de las personas. Notaba que cada uno estaba inmerso en sus propios problemas. Viajaba casi siempre con los mismos rostros, todas las mañanas. Los mismos vendedores ambulantes de siempre…

    Había un niño que siempre subía a la formación, dejando estampitas de santos en el regazo de los pasajeros de turno… Este chico siempre, se encontraba descalzo, detalle que impresionaba y mucho a Lautaro. Tendría alrededor de unos 6 años de edad. De aspecto muy desarreglado, expresaba el más profundo abandono de su alma. Parecía estar solo en este mundo…

    Sin que nadie le importase en realidad, si estaba ahí con sus ojitos tristes. Así transcurrieron los días, con las mismas miradas indiferentes y asco de los pasajeros hacia el niño.

    Un día, de tantos, este hombre en pena, sin darse cuenta, tenía a este niño frente a él. Mirándolo fijamente, tratando de decirle algo con su mirada, tal vez la intención del niño, era despertarlo del letargo en el que este se encontrab.

    El chico tocó su mano y Lautaro, sintió un inmenso escalofrió en todo su cuerpo, en su alma., comenzó a ver una sucesión interminable de imágenes de toda su vida… Donde le mostraba, como si estuviese en un cine, secuencias de toda su infancia… De las carencias que pasó cuando era chico. De los maltratos del que fue víctima. El abandono de sus padres.

    Esta serie de imágenes le mostraban… Todas sus tristezas vividas… Todas sus miserias… Y la patética vida que estaba llevando hasta ese momento. Y también le mostraba como seria la culminación de sus días, en completa soledad, sino cambiaba el curso de su vida. Al ver todo esto, el niño le soltó la mano.

    Y el hombre volvió en sí, salió del trance en el que se encontraba, vio automáticamente la tierna mirada que el chico le regalaba. El niño se acercó a él, y le dijo algo en el oído…

    Éste lo miro al terminar de escuchar lo que le decía y sonrió junto con el. Lo abrazó y sintió que esa almita la sentía como si fuese su propia alma, su cara le era muy familiar. Lautaro tomó su bolso, buscó en su interior; recordaba que tenía el almuerzo en un tapper, que no había comido.

    Cuando volvió la mirada para entregarle la comida… El niño había desaparecido. No entendía nada de lo que estaba ocurriendo… Como había podido así sin más, desaparecer, con la formación en marcha. Se levantó del asiento buscándolo en todo el vagón. Pero el niño ya no se encontraba allí.

    ¿Habrá sido una ilusión? Se preguntaba el mismo. El hombre bajó al detenerse el vagón en plaza Miserere. Y se quedó pensando varios segundos todo lo ocurrido…

    Éste sonrió, viendo como él se alejaba la formación… Siguió su camino a las escaleras mecánicas para tomar el tren que lo llevaría a su casa… Mientras subía, recordó, esa carita del niño era igual a la suya el cuando tenía 6 años. A partir de ese día, algo había cambiado completamente en su alma.

    ¿Qué le dijo el niño a Lautaro?

    Algunos se animan a decir…

    Que las palabras fueron:

    “Todavía estas a tiempo”.

    “Todavía estas a tiempo”.

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  3. Lo encontré!!! un tem que no lo comenté... bueno, en su primer publicación sí! Pero no tengo registros de lo que escribí... asi que a comentarlo de nuevo!

    Si bien los temas de piano solo no me agradan... en este caso puedo decir que si! Este tema me acompaña desde fines de los 90 cuando lo pasaban en la radio y me lo había grabado en cassette... jajaja que palabra esa! Delata mi edad! juiiiiiiiiiiii

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  4. "Porque todos somos de aquello que nos hizo equivocarnos, y el vínculo del error es a veces más fuerte que cualquier otro. Subsiste en el error un grado íntimo de pureza, la pureza de lo que no está conforme, de lo que se aviene con el mundo tal y como es". Belén Gopegui

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