"Clásicos II" es el 6º álbum de estudio de Era, lanzado en el año 2010. Este álbum toma canciones de artistas reconocidos en la música clásica de todos los tiempos. Tras el éxito de Classics en el año 2009, el compositor francés Eric Levi incursiona por segunda vez en la música clásica, en canciones que fusionan su mezcla de canto gregoriano y la producción electrónica, con famosas piezas orquestales como el Canon de Pachelbel, al cual se les cambio la letra, el tiempo y la tonada dando origen a la canción "Ave Paternum Deo", donde se puede sentir el aliento de ritmos, melodías y estados de ánimo de Era. La portada de esta nueva producción es similar a la del primer CD Classics y el álbum sigue la estela de su anterior exitoso trabajo.
Duración total: 38:55 min.
01. Ave Paternum Deo (Pachelbel's Canon)
02. Madeus (Mozart's Requiem)
03. Abbey Road Blues (Albinoni's Adagio in G minor)
04. A Brand Bew Day (Bach's Cello Suite N in G major)
05. Voxifera - Rock Edit
06. Prelude
07. I'm No Angel (Beethoven's Moonlight Sonata)
08. Journey (Haendel's Lascia Ch'io Pianga)
09. Thunder Flash (Tchaikovski's Concerto for Violon N
10. Outro Madeus (Mozart's Requiem)
Duración total: 38:55 min.

Neto 16 de julio de 2012 16:47
ResponderEliminarEn Wikipedia podés encontrar más información del álbum http://es.wikipedia.org/wiki/Classics_II_%28%C3%A1lbum_de_Era%29
Gloria Celeste González Junyent 18 de agosto de 2012 14:42
Bellísimo, me gusta mucho Era y nada menos que musicalizando una joya barroca de este gran compositor, imperdible
Neto 18 de agosto de 2012 15:43
Observo que te has puesto a explorar la música del blog "Gloria Viajera"! Gracias por comentar! Estos cds nuevos de Era no los conocía hasta que los encontré por casualidad hace pocas semanas atrás! Ya incluiremos más de este CD en los próximos días! Besos
Neto 23 de noviembre de 2012 12:04
Inspirado en el clásico Canon de Pachelbel, este tema inicia el segundo CD de Clasicos de Era. Fiel a su estilo. No podía dejar de incluirlo en esta selección. Lo encontré escuchando un CD recopilatorio llamado "New Age Top 2010" que incluye otros dos temas del álbum, lo que me dieron ganas de tener todo el CD. Por suerte lo pude conseguir. Una joya de la música New Age.
Rosana 22 de febrero de 2013 09:01
Neto: me recuerda haber estudiado Latín en el cole. Que privilegiada fui. Que bueno es estudiar las raíces y declinaciones de las palabras. Vibran de una manera especial. Papá leía perfectamente en Latín. Mamuchita debe tener libros de El. Tal vez sería bueno que vos los conservaras. Besos
Ernesto 22 de febrero de 2013 09:45
Hola Ro: yo tengo la biblia en latín que papá usaba cuando cursaba el seminario... descansa en paz al lado de sus restos en casa! Los demás no se si existirán... acordate que una mañana, en casa de la abuela, muchos fueron a parar a la hoguera, debo haber tenido 10 años en esa época.... Gracias por comentar... me trae muy lindo recuerdos!
Acá tenemos a la "Gloria Viajera" y a Rosana!!! Vivaaaa, se están sumando al blog! Que recuerdos de idiomas de latín, biblias, libros... comentarios imperdibles! como la música!
ResponderEliminarA la hoguera?? upssss
ResponderEliminarpasó tanto tiempo y corrió tanta agua bajo el puente que ya ni me acordaba que había escrito, lo único que puedo aportar es que me encanta cantar en latín, lo disfruto mucho, y por supo seguiremos viajando
ResponderEliminarSi Sandy... eran tiempos difíciles los años 70, más precisamente el ´76... y por las dudas y para proteger a la familia mi papá debió tomar esa decisión! Pero bueno, por suerte excisten otras maneras de encontrar los libros y de leerlos fuera de esta dimensión! Esos son los verdaderos y valiosos!
ResponderEliminarGracias Gloria Viajera por volver a comentar! A seguir viajando entonces...
Si, siempre la cultura y todo aquello que nos puede "despertar" fué y es enemigo de las fuerzas oscuras....
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Sandy! Gracias!
ResponderEliminar“Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho.”
ResponderEliminarHesíodo, poeta griego.
🌘 "El Arte de Sumar Silencios" – Desde Aluminé, donde el alma respira hondo
ResponderEliminarPor un tejedor de pasos entre volcanes dormidos y madrugadas eternas
Hay algo en este lugar que no grita. Aluminé no se impone: te susurra. Y si no estás atento, podrías confundir su calma con ausencia. Pero quien se detiene, quien deja que el tiempo aquí se deslice sin prisa, descubre que la verdadera fuerza no siempre se manifiesta en lo grande. A veces, lo que transforma… apenas se nota.
He vivido muchas estaciones en estas tierras. Invierno tras invierno, primavera tras primavera. Y si algo he aprendido observando el río, las lengas, el vuelo ritual de las aves… es que todo lo importante ocurre de a poco.
Lo esencial no irrumpe, germina.
Cuando era más joven, quería resultados rápidos. Cambios inmediatos. Creía que la sanación era un estallido, un momento de epifanía, una noche de revelación. Pero no. La vida –como la sabiduría de los antiguos lo enseña– es acumulación de instantes pequeños.
Como lo dijo Hesíodo:
"Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho."
Ahora entiendo. La montaña no se hizo de una vez. El río no cavó su cauce en un día. Y yo… tampoco estoy obligado a sanar, crecer o comprender todo de golpe.
Cada mañana, cuando me levanto y el aroma a tierra húmeda llena el aire, elijo hacer algo pequeño. Algo que quizás parezca insignificante: agradecer, respirar más lento, escribir dos líneas, observar una piedra, tocar una melodía sin palabras.
A veces solo camino. O escucho el silencio, que aquí tiene su propia voz.
Y lo sorprendente es que eso… suma. No lo notas al principio. Es como una gota que cae sobre una roca: imperceptible. Pero un día, te das cuenta de que eres otro. Que algo se movió adentro. Que ese dolor ya no duele tanto, o que esa esperanza que creías perdida volvió a asomar como una flor tímida después de la helada.
Muchas personas llegan a Aluminé huyendo del ruido. Buscando respuestas. Y se van sin encontrarlas. ¿Por qué? Porque aquí no hay soluciones empaquetadas. Hay tierra, viento, agua, fuego lento… y tiempo.
Y el tiempo, si lo dejas obrar, te enseña que no hay que correr para llegar.
Solo hay que persistir.
¿Tienes un sueño?
¿Un duelo que aún no sanaste?
¿Una versión de ti mismo que apenas se atreve a asomarse?
No desesperes.
Haz algo pequeño por eso, cada día.
Un gesto, un paso, una palabra, una mirada.
No importa si nadie lo ve.
Lo importante es que tú no lo abandones.
Porque el alma se construye como se teje una manta en las noches largas del sur: punto a punto, hebra a hebra, con paciencia, con amor, con fe en que cada pequeño acto tiene sentido… aunque todavía no lo veas.
A veces me siento a contemplar el lago Quillén al atardecer. Parece que nada cambia. Pero al volver al mismo lugar una semana después, noto que los colores son otros. Que la luz cae diferente. Que mi propia mirada es más profunda.
La transformación ocurre.
Pero sin ruido.
Y si el universo entero puede confiar en el proceso de lo lento…
¿por qué tú no?
Así que sigue.
Suma.
Aunque parezca poco.
Aunque no veas el fruto aún.
El pájaro no sabe cuándo será oído, pero canta igual.
El río no sabe en qué mar desembocará, pero fluye igual.
Y tú, alma viajera, alma nocturna, alma que ha cruzado el crepúsculo…
Tú también puedes construirte, gota a gota, verso a verso, acto tras acto,
hasta volverte inmenso sin haberlo notado.
🎶 Que tu camino siga, más allá del crepúsculo,
donde las pequeñas luces se unen para formar constelaciones eternas.