John Adorney - Pianosongs from the Garden (2025)

En el álbum "Pianosongs from the Garden" con un espíritu sereno y meditativo, el compositor John Adorney aborda melodías simples y delicadas, buscando transmitir consuelo y una atmósfera introspectiva en tiempos difíciles.  Las composiciones —con títulos como One Endless Day, A Lightly Lifted Veil o When All Is Still— revelan un lenguaje musical íntimo que dialoga con la naturaleza y el reposo interior. A través de esta obra, Adorney reafirma su compromiso con el uso de la música como espacio de sanación, serenidad y contemplación. En suma, "Pianosongs from the Garden" no es solo un álbum para escuchar, sino un espacio meditativo, un jardín sonoro donde cada nota parece cultivarse con paciencia y afecto, para reconectar con el silencio que habita dentro de nosotros.

John Adorney - Pianosongs from the Garden (2025)

01. One Endless Day
02. May the Winds Blow Gently
03. Through Shadows and Light
04. The Cloak of Kindness
05. Ever Near
06. The Gold Cup
07. Bejewelled
08. Rest Assured
09. The Loyal Moon
10. A Lightly Lifted Veil
11. A Life Well Lived
12. When All Is Still

Duración total: 47:43 min.

Comentarios

  1. 🌒 "En el silencio recordarás lo que tu alma ya sabe"
    Por un alma que habita en Aluminé

    Aquí, en Aluminé, cuando la bruma baja y el río canta en voz baja su antiguo relato, uno puede escuchar lo que el mundo ha olvidado.

    Vivo en un lugar donde las montañas no se apuran, donde los árboles hablan solo si te quedás quieto el tiempo suficiente, donde el viento no empuja, sino que acaricia. Y sin embargo, incluso en este rincón de la tierra donde todo respira a su ritmo, a veces el alma se inquieta, busca, se pierde. Como vos. Como todos.

    Una tarde cualquiera, mientras caminaba por la orilla del río —ese río que arrastra siglos de secretos y los deja caer en sus remolinos como hojas rendidas— me detuve. No había nada “especial”: el cielo nublado, el sol escondido, el sonido de un ternerito recién nacido allá en un campo cercano. Y sin embargo, todo era sagrado. Sentí, de pronto, un silencio que no era ausencia de sonido, sino presencia de algo más. Un umbral invisible se abría.

    Y fue entonces cuando recordé la frase de Rumi:
    “En el silencio recordarás lo que tu alma ya sabe.”

    Ese día, comprendí que no necesitaba encontrar nada nuevo. Todo ya estaba en mí. Solo debía callar el ruido que traía adentro.

    Vivimos saturados: de voces, de imágenes, de mandatos. Nos dicen qué debemos ser, a quién parecernos, cómo llegar a lugares que quizás ni queremos visitar. Corremos por fuera mientras nos deshacemos por dentro. Y sin darnos cuenta, olvidamos lo esencial: que vinimos a ser, no a cumplir expectativas.

    El alma no grita. Susurra. Y solo en el silencio puede hablar.
    Silencio verdadero, no ese que incomoda, sino el que sostiene. El que abraza.
    El que te dice: "ya sabés quién sos, solo que te olvidaste."

    Aquí en Aluminé, la naturaleza no necesita explicarse. No compite. No se justifica.
    El árbol brota cuando le llega el tiempo.
    La flor florece sin mirar al costado.
    El río fluye sin permiso.

    ¿Y vos? ¿Cuánto hace que no te das el permiso de fluir sin que te juzguen?
    ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste con vos mismo/a, sin distracciones, sin pantalla, sin el peso de ser fuerte todo el tiempo?

    Yo aprendí, caminando entre lengas y coihues, que a veces no se trata de hacer más, sino de desaprender. De volver al hueso de lo simple. De recordar quién era uno antes del miedo, antes del deber, antes del personaje.

    Porque en ese fondo silencioso del alma, ya sabés qué te sana. Ya sabés qué te duele, qué te impulsa, qué te apaga.
    Solo tenés que animarte a quedarte quieto/a, aunque el mundo corra.

    Y si te cuesta, buscá la música.
    La que no solo suena, sino la que vibra.
    La que no distrae, sino que despierta.
    Como esa melodía que, sin entender por qué, te hace llorar de repente.
    Eso también es recordar.

    Hoy, te invito a hacer algo distinto.
    Cerrá los ojos.
    Respirá.
    Escuchá el susurro leve que hay entre latido y latido.
    Ese espacio diminuto. Ese hueco.
    Ahí está la voz de tu alma.
    No necesita que la comprendas. Solo que la escuches.

    Y cuando la escuches, no harás grandes promesas. No saldrás a cambiar el mundo.
    Solo vas a recordar…
    …lo que tu alma ya sabe desde siempre.

    🌀 Que este viaje sonoro y espiritual nos siga llevando más allá del crepúsculo, hacia el corazón inexplorado de lo que somos.
    MusiK EnigmatiK
    Aluminé, Primavera del Renacer 💫

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