En la colección seleccionada por Mars Lasar, "Grand Canyon", el artista nos invita a un viaje sonoro a través de los paisajes más emblemáticos de este coloso de la naturaleza. A lo largo de sus 46 minutos de duración, este álbum se despliega como una sinfonía atmosférica que da vida a cada rincón del cañón, desde la imponente vista de "Angels Window" y el flujo serpenteante de "Horseshoe Bend", hasta la serenidad escondida en las cascadas de "Havasu Falls". Con su característico uso de sintetizadores y texturas etéreas, Mars Lasar no solo crea un paisaje musical, sino que captura la quietud, la inmensidad y la profunda belleza de un lugar que inspira asombro, convirtiendo cada pista en una meditación musical sobre la grandiosidad de la Tierra.
Mars Lasar - Grand Canyon (2025)01. Angels Window
02. Marble Canyon
03. Phantom Ranch
04. Yavapai Point
05. Horseshoe Bend
06. North Rim
07. Antelope Canyon Waves
08. Havasu Falls
09. Kaibab Plateua
10. Gand Canyon Inspiration
Duración total: 46:04 min.
La felicidad depende más de nuestra actitud interior que de las circunstancias externas. —Benjamin Franklin.
ResponderEliminar"El Espejo Silencioso del Alma"
En el vasto escenario de la existencia, donde los vientos del mundo cambian sin cesar, muchos buscan la felicidad como si fuera una estrella fugaz que se posa brevemente sobre ciertas vidas, pero se escapa de otras. Se nos enseña a mirar afuera —al oro, al aplauso, a la compañía, al clima favorable del destino— como si esos fueran los únicos alquimistas capaces de transmutar el plomo de nuestras penas en oro de alegría.
Pero he aquí el misterio: la verdadera fuente de la felicidad no habita en lo externo, sino en la cámara secreta del corazón.
Imagina que llevas contigo un espejo. No uno que refleja el mundo, sino uno que refleja tu mundo interior. Cuando el alma está en calma, cuando el pensamiento está alineado con la gratitud, la compasión y la aceptación, ese espejo devuelve una imagen luminosa, incluso si el cielo afuera se encuentra cubierto de tormentas. Pero si en cambio la actitud interna es de juicio, resistencia o miedo, entonces ni el sol más brillante podrá disipar las sombras que tú mismo proyectas.
Así, el sabio no ruega por circunstancias perfectas. Sabe que las olas del mundo vienen y van, pero que su barca puede navegar firme si su timón —su actitud— está en manos conscientes. La felicidad no es un visitante caprichoso: es un estado de ser que florece cuando uno deja de exigir que el mundo cambie, y en su lugar, cambia su mirada sobre el mundo.
Quizás no podamos controlar los giros del destino, pero sí podemos elegir cómo bailamos con ellos.
Y ese, es el verdadero poder.