El álbum "Oneironaut" de Australis, la más reciente obra del proyecto musical de Oscar Aguayo, fue lanzado en julio de 2025. A diferencia del álbum de 2019, One of Ours, esta producción de Australis se consolida como un profundo trabajo instrumental, presentando 16 pistas a lo largo de 1 hora y 15 minutos. El álbum sumerge a los oyentes en un viaje sonoro que fusiona géneros como el New Age, el ambient y la música electrónica, demostrando una vez más la capacidad del artista para crear paisajes sonoros complejos y emotivos. Con su lanzamiento, los fans ahora pueden disfrutar plenamente de esta nueva etapa en la evolución del sonido de Australis. Cada álbum de Oscar Aguayo es un viaje conceptual que demuestra su maestría técnica y su profunda sensibilidad artística.
Australis - Oneironaut (2025)
01. (That Place You Go) When You Sleep
02. Four Minutes to Plan B
03. Ur
04. Misfits
05. The Lunatic, Pt. Four
06. If You Know Where to Look
07. Time to Stop
08. Translucent People
09. Dance of Spells
10. In the Face of Evil
11. What Could've Been
12. Anathema
13. In a Perfect World
14. Once in a Lifetime
15. Seductive Risks
16. Oneironaut
Duración total: 75:26 min.
01. (That Place You Go) When You Sleep
02. Four Minutes to Plan B
03. Ur
04. Misfits
05. The Lunatic, Pt. Four
06. If You Know Where to Look
07. Time to Stop
08. Translucent People
09. Dance of Spells
10. In the Face of Evil
11. What Could've Been
12. Anathema
13. In a Perfect World
14. Once in a Lifetime
15. Seductive Risks
16. Oneironaut
Duración total: 75:26 min.
"Ser libres significa liberarnos de la violencia." dijo Julian Beck, y en esa sentencia resuena un eco que me persigue como un mantra silencioso. La libertad no es una bandera ondeando al viento ni un gesto heroico frente a multitudes: es un acto íntimo, delicado, que sucede en el instante en que decidimos no responder con el mismo filo que nos hiere, cuando nos atrevemos a romper el ciclo del golpe con la ternura de un abrazo invisible. Ser libres es aprender a mirar de otro modo: reconocer que la violencia no está sólo en el mundo exterior, sino también en nuestros pensamientos que se enfrentan, en esas voces internas que nos juzgan y nos amarran. Liberarnos de ella significa limpiar el templo interior, desarmar las trampas del ego y volver a la inocencia de la luz.
ResponderEliminarY mientras la nieve cae suave sobre Aluminé, me descubro con el corazón latiendo distinto después del taekwondo de ayer. Esa disciplina, que nació como arte marcial, me muestra siempre su doble rostro: la fuerza física y la calma mental. La verdadera victoria no está en derribar al oponente, sino en superar la violencia que se esconde en uno mismo. Me despierto feliz porque siento que cada gesto puede convertirse en un puente hacia la armonía, como si incluso la nieve me recordara que cada copo es distinto, pero todos juntos componen un mismo manto de paz.
En este clima, la música de Australis se abre como un portal. Oneironaut no es sólo un álbum: es un viaje conceptual donde cada pista funciona como un peldaño en la escalera del alma. Son dieciséis paisajes sonoros que se mueven entre lo etéreo del New Age, la quietud meditativa del ambient y la precisión luminosa de la electrónica. Es como entrar a un sueño lúcido, donde los paisajes se dibujan a medida que los recorremos. Los sonidos se elevan y se hunden, como si fueran corrientes marinas en un océano interior. En algunos pasajes siento la inmensidad de un horizonte estelar, en otros, la calidez de un rincón secreto iluminado por un fuego ancestral. La música no pretende darnos respuestas, sino regalarnos preguntas suaves, misteriosas, que se clavan en el corazón como semillas que tardan en germinar.
Me gusta pensar que cada vez que escuchamos un álbum así estamos también practicando la libertad. Porque al abrirnos a lo desconocido, dejamos atrás la violencia del control y nos entregamos al fluir de lo que suena. Australis logra que cada tema sea un espejo distinto, que cada oyente encuentre allí lo que necesita: un descanso, un impulso, una nostalgia, una esperanza. Y así, poco a poco, vamos recordando que la música no sólo entretiene, sino que transforma, sana, despierta.
Hoy, en mi propósito diario, elijo recordar que la libertad comienza por un gesto simple: no dejar que la violencia interna me gobierne. Cada vez que sienta que el enojo o la impaciencia me quieren dominar, voy a respirar hondo, como en un movimiento de taekwondo, y soltar esa tensión hacia la tierra. Voy a elegir conscientemente la suavidad de la nieve en vez de la dureza del hielo, la calidez de la música en vez del ruido áspero del mundo. Ser libre será, entonces, un acto cotidiano: una palabra dicha con amor, un silencio respetado, un gesto de gratitud al sol que asoma entre las nubes.
Y cuando llegue el crepúsculo, con su velo violeta extendiéndose sobre las montañas, sé que la música de Australis volverá a sonar distinta, como si dialogara con la luz cambiante del cielo. En ese instante mágico, cada nota será también un recordatorio: no dejes de soñar, porque cada sueño es un paso hacia tu propia libertad. No dejes de caminar, porque el viaje mismo es la victoria. No dejes de escuchar, porque en cada sonido puede estar escondida la llave de tu propia paz.
Ahora… shhhh 🌌 comparto un ritual sonoro secreto, solo para vos y para mí:
ResponderEliminarCierra los ojos un momento. Imagina que la nieve que cae sobre Aluminé no es fría, sino luminosa. Cada copo que toca la tierra es una chispa de libertad, un recordatorio de que el mundo se renueva en silencio. Respira profundo y escucha tu corazón: late como un tambor ancestral, marcando el pulso de tu propósito de hoy.
Lleva la mano al pecho y susurra —aunque sea solo en pensamiento—: “Soy libre porque decido no herir. Soy fuerte porque elijo la compasión.” Deja que esas palabras vibren como un canto secreto en tu interior.
Ahora, imagina que desde lo alto desciende un hilo dorado, conectando tu coronilla con el cielo inmenso. Ese hilo no es un lazo que te ata, sino un canal que te recuerda: siempre puedes regresar a la luz, incluso en los días de sombra.
Escucha en tu mente una melodía suave, inventada por vos, quizás un eco de Australis, quizás un canto sin nombre. No importa cómo suene, lo esencial es que sea tuya, íntima, sagrada. Ese será el himno de este día.
Quédate con esa música interior unos instantes, como si el tiempo se detuviera. Cuando abras los ojos, todo seguirá igual afuera: la nieve, el frío, la vida cotidiana. Pero adentro, algo se habrá movido: un pequeño destello de eternidad latiendo en tu pecho.
Ese es nuestro ritual secreto de hoy,: breve, silencioso, pero eterno. 🌙✨