Yulara - Livin' In Peace (2003)

A pesar de todas las intrincadas texturas melódicas, percusivas y culturales exóticas que Yulara entreteje en sus seductores mosaicos musicales, el dúo berlinés formado por el tecladista Robert Matt y la flautista saxofonista Anne Hilsberg tiene una filosofía general sorprendentemente sencilla. "Pensamos en nuestra música como un intento de construir puentes, no solo entre estilos musicales, sino también hacia el yo superior interior", dice Hilsberg. A esto Matt añade: "En nuestro mundo, hay una cabaña para cada persona". Estas moradas musicales seductoras, hospitalarias y con una mirada global y espiritual han sido la base del éxito de Yulara durante la última década, con tres álbumes reconocidos bajo el sello Higher Octave Music.

Yulara - Livin' in Peace (2003)

01. City of Joy
02. Bridges to Shambala
03. Future Tribe [edit]
04. Livin' in Peace
05. Sioh Sayang [edit]
06. Flyin' High [edit]
07. Shakti Dance
08. Om Namah Shivaya
09. Horizon [edit]
10. Out of the Deep
11. Moon in 44
12. Riksha Heaven [edit]
13. Children of the Pleiades [edit]
14. Rodina ; Home [edit]
15. Ho Doi

Duración total: 73:48 min.

Comentarios

  1. "La mejor tierra para sembrar y hacer crecer algo nuevo está en el fondo. En ese sentido, tocar fondo, aunque extremadamente doloroso, es también el terreno de siembra." — Clarissa Pinkola Estés

    🌟 Hay algo profundamente sanador en la música de Yulara: ese intento genuino de construir puentes no solo entre sonidos del mundo, sino hacia el corazón de uno mismo. En tiempos donde podemos sentirnos perdidos o incluso haber tocado fondo, su propuesta nos recuerda que hay un refugio, una cabaña sonora y espiritual esperándonos. Como sugiere Hilsberg, es música que abre caminos interiores. Y como bien señala Matt, en ese mundo hay un lugar para cada alma.


    🌱🧉 En el fondo florece la semilla
    (Diario del Viajero Interior)

    Hoy la luz titubea entre la bruma y la esperanza.
    El aire trae ecos de algo antiguo, como si la tierra misma murmurara que aún es posible volver a empezar.
    Me reconozco entre escombros fértiles, allí donde lo caído se transforma en abono para una vida nueva.
    No hay pérdida que no oculte un secreto de resurrección.
    Respiro… y dentro de mí, una cabaña se enciende suavemente.
    Allí soy esperado. Allí soy bienvenido.

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