Michael Hoppé - Across The Years (2025)

El álbum “Across The Years – The Orchestral Music of Michael Hoppé” es la nueva propuesta del compositor británico, lanzada bajo el sello Huks Music. Este disco, de corte neoclásico y New Age, reúne once piezas orquestales remasterizadas o reimaginadas interpretadas por prestigiosas agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Praga y la Filarmónica de Ciudad del Cabo. El álbum ofrece un viaje emocional que combina melodías evocadoras y arreglos orquestales luminosos. Se percibe la huella de Hoppé en la producción de "música del corazón", ideal para la introspección y la sanación. "Across The Years" reafirma el dominio de Hoppé en el ámbito instrumental contemporáneo, renovando su legado con una propuesta que dialoga entre orquesta, piano y la intensidad emocional de sus temas.

Michael Hoppé - Across The Years (2025)

01. This Majestic land
02. Romance for Violin and Orchestra
03. Renouncement
04. Nimbus
05. Prairie Moon
06. Beneath Mexican Stars
07. Nocturne in Blue
08. Love Remains
09. Missing You
10. You Never Know
11. Across the Years

Duración total: 48:10 min.

Comentarios

  1. “¿Por qué contentarnos con vivir a rastras si sentimos el anhelo de volar?” —Helen Keller

    🌄 Al escuchar "Across The Years" de Michael Hoppé, sentí que cada nota era un impulso hacia lo alto. No un vuelo grandilocuente, sino uno profundo, silencioso… como el que ocurre dentro, cuando el alma recuerda que fue hecha para elevarse.
    Esta recopilación orquestal no es solo una selección musical: es un mapa emocional, un eco de lo que hemos amado, perdido y soñado a lo largo del tiempo.
    La orquesta no aplasta, acaricia. El piano no impone, susurra.
    Y en ese equilibrio, uno se despega del suelo.
    Hoppé no compone con técnicas; compone con verdad.
    Y esa verdad nos recuerda que lo esencial nunca se arrastra.
    Lo esencial… siempre vuela.

    🕊️🎼✨ El Diario del Viajero Interior
    Día de alturas invisibles.

    Hoy sentí el alma inquieta, como si algo dentro mío batiera alas.
    No era ansiedad, era llamado.
    Me vi caminando entre acordes que se abrían como nubes,
    y al fondo… una melodía suspendida en el tiempo.
    No pregunté a dónde iba,
    solo cerré los ojos y me dejé llevar.
    Porque hay días que no son para llegar…
    son para alzar vuelo.
    Y mientras las cuerdas orquestales me envolvían,
    recordé que lo que me impide volar no es el peso del mundo,
    sino el olvido de que tengo alas.

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