¡El nuevo single "The Winding Path" ya está disponible! Esta nueva canción lleva nuevamente al agradecido público a un mundo "clásico de Bernward", una melodía de piano de ensueño enriquecida con sonidos atmosféricos y emocionales. Como en un pequeño cuento de hadas, "The Winding Path" conduce a través de paisajes sonoros misteriosos y relajantes que tocan el alma. Bernward Koch es un compositor, pianista y teclista alemán. Además, toca percusión, bajo y guitarra. Su música evoca principalmente un estilo relajante y calmante, con una melodía claramente reconocible proveniente del piano, enriquecida con teclados, flauta, guitarra y percusión. Su primer lanzamiento, Flowing de 1989, tuvo éxito especialmente en los Estados Unidos, con su exitosa canción: "Ever Returning".
Bernward Koch - The Winding Path (Single) (2021)
01. The Winding Path
Duración total: 05:21 min.
01. The Winding Path
Duración total: 05:21 min.
Aminoremos nuestra marcha lo suficiente como para apreciar todo lo que se nos ofrece como una bendición. —Kristi Nelson.
ResponderEliminar🔮 Detenerse es despertar
ResponderEliminar*"Aminoremos nuestra marcha lo suficiente como para apreciar todo lo que se nos ofrece como una bendición." — Kristi Nelson
Vivimos como si el tiempo nos persiguiera. Corremos, planificamos, conquistamos. Pero en esa velocidad, nos volvemos ciegos al milagro que ocurre aquí y ahora. La verdadera espiritualidad no está en los extremos ni en los retiros lejanos, sino en el arte de detenerse lo justo para percibir.
Aminorar la marcha no es rendirse. Es afinar la frecuencia del alma para escuchar lo que el ruido del mundo no deja oír: el susurro de la gratitud, la textura de una caricia, la música de lo simple. Hay un misterio que solo se revela en la lentitud, como una flor que solo se abre al anochecer.
Cada paso que das con conciencia es un acto sagrado. Cada pausa, una puerta. En lo invisible habita el poder. El aire que respiras, la nota que vibra, la mirada que cruza la tuya —todo puede ser una bendición disfrazada, si caminas lo suficientemente despacio como para verla.
¿Y si la magia no estuviera en el destino, sino en el ritmo con el que te mueves?
No corras hacia la vida. Báilala. Escúchala. Ámala a la velocidad del asombro.