Los hermanos Bruce BecVar y Brian BecVar han aplicado con éxito los principios de la música védica en sonidos que agradan al oyente moderno. Esta música sigue la antigua práctica oriental denominada Ayurveda dedicada a la constitución Vata, uno de los tres "doshas", o energías biológicas, que rigen la fisiología y la salud de una persona.. Este álbum es ideal para toda persona que esté agotada y se encuentre haciendo demasiado trabajo. Tan pronto como comienza la música, no se puede dejar de dar un paso atrás, respirar, y tan sólo observar nuestra propia vida. Los BecVar proporcionan música suave para calmarnos durante todo el día. Permite la relajación y aquietar la mente para ser capaz de aprovechar la energía positiva que nos rodea totalmente entrando en un estado de meditación profunda.
Bruce BecVar & Brian BecVar - Vata (1995)
01. Vata Morning
02. Vata Evening
Duración total: 39:59 min.
“La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante.” Cesare Pavese
ResponderEliminarRevisitando las entradas pasadas del blog nos disponemos a escuchar esta hermosa melodia de los BecVar que nos han cautivado con su trilogía sobre la música ayurvédica para equilibrarnos holísticamente. En esta ocación música ideal para las personas con tipología Vata y una relajación matutina.
ResponderEliminarMe encanta la frase de Cesare Pavese que compartimos allá en agosto pasado: Vivir es comenzar siempre! Siempre sale el Sol, siempre amanece! Un instánte mágico, una hora sagrada de aquellas que nos acompañan durante el día! Maravilloso!
Y les dejo otra frase para el día de Einstein: "Me tomo las cosas como vienen con ecuanimidad y buen humor."
Feliz Día de Reyes tengamos todos!!!
"El Umbral Invisible"
ResponderEliminarHay un secreto que pocos conocen: la vida no es una línea, sino una puerta que se abre una y otra vez.
Muchos caminan como si ya estuvieran escritos, como si fueran repeticiones de sí mismos. Arrastran los días como quien lleva una maleta llena de recuerdos, miedos y nombres que ya no les pertenecen. Pero el alma, esa viajera eterna, no conoce el peso del pasado; sólo reconoce el temblor sagrado del comienzo.
Porque comenzar es el verdadero milagro. No importa cuántas veces hayas caído, cuántos amaneceres hayas desperdiciado o cuántas veces hayas cerrado los ojos por miedo. En cada instante se esconde un umbral invisible, esperando que lo atravieses. A veces basta con un pensamiento distinto. Otras, con un simple suspiro que dice: "estoy listo para intentarlo otra vez."
No necesitas una vida nueva, ni huir del lugar donde estás. Lo único que necesitas es una chispa de presencia. Porque cuando despiertas —de verdad— te das cuenta de que todo lo que toca tu conciencia se vuelve nuevo. Incluso tú.
La eternidad no está al final del camino. Está aquí. En este aliento. En este ahora.
Y cada ahora es una semilla de comienzo.
Quien se atreve a comenzar, incluso en la oscuridad, se convierte en luz.