"He Had a Hat" es uno de los álbumes más sofisticados y accesibles de Jeff Lorber, una figura clave en la evolución del jazz fusión y el smooth jazz. Con una producción impecable a cargo de Bobby Colomby (ex-Blood, Sweat & Tears), el disco presenta una mezcla elegante de funk, soul y jazz contemporáneo, marcada por la inconfundible fluidez del teclado de Lorber. A lo largo del álbum, colaboran grandes nombres como Eric Benét, Chris Botti y Hubert Laws, lo que enriquece aún más su paleta sonora. El título —inspirado en un chiste— refleja el humor y la ligereza que atraviesan el proyecto, sin restar profundidad musical. Con "He Had a Hat", Jeff Lorber logra equilibrar virtuosismo técnico y accesibilidad melódica, convirtiéndolo en una joya destacada dentro de su discografía.
Jeff Lorber - He Had A Hat (2007)
01. Anthem For A New America
02. He Had A Hat
03. Grandma's Hands
04. Surreptitious
05. All Most Blues
06. Orchid
07. BC Bop
08. The Other Side Of The Heart
09. Hudson
10. Super Fusion Unit
11. Eye Tunes
12. Requiem For Gandalf
13. Burn Brightly
Duración total: 52:20 min.
01. Anthem For A New America
02. He Had A Hat
03. Grandma's Hands
04. Surreptitious
05. All Most Blues
06. Orchid
07. BC Bop
08. The Other Side Of The Heart
09. Hudson
10. Super Fusion Unit
11. Eye Tunes
12. Requiem For Gandalf
13. Burn Brightly
Duración total: 52:20 min.
La verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente. —Albert Camus.
ResponderEliminar🎩 Entregarme al presente, como si fuera música viva
ResponderEliminarHoy me crucé con un disco que, más que sonar, vibra y me espeja: He Had a Hat de Jeff Lorber (2007). Funk, jazz, latinidades… nada está quieto, todo fluye con una naturalidad potente. Lo escucho y siento que hay algo de mí ahí: esa energía diversa, juguetona, pero profunda. No se encierra en una fórmula. Se arriesga. Y eso me inspira.
Lorber no hace este viaje solo. Se rodea de músicos excepcionales —Brecker, Colomby, Botti, Whalum— y eso me recuerda que crecer, evolucionar, también es saber rodearse de quienes suman, quienes resuenan con tu visión. Cada tema del álbum parece decir: “no tengas miedo de ser todo lo que sos”.
Y justo hoy, esa frase de Albert Camus me golpea suave pero firme:
“La verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente.”
Cuántas veces postergamos el fuego para después. Pero no hay después. El único fuego real es el de ahora. Y esa generosidad con mi propio futuro la practico cada mañana: bajé 1,5 kg porque me estoy eligiendo hoy. No es sólo una meta de peso, es una forma de habitarme con consciencia, como si cada momento fuera un instrumento afinado al presente.
Mi cuerpo, mi mente, mi energía sexual, mi respiración, todo forma parte de esta sinfonía diaria. A veces es intensa, a veces suave, pero siempre mía. Entregarme al presente es honrar el mañana. Y en esa entrega, incluso mi blog se vuelve testigo, altar y espejo.
Como Lorber, no quiero guardarme nada. Quiero que cada nota, cada paso, cada decisión, lleve mi firma. Una firma ardiente, generosa, viva.
Sorpréndeme...
ResponderEliminarMuy bien... cierro los ojos y dejo que el misterio hable por mí:
"No eres un cuerpo buscando un alma.
Eres un alma cansada…
recordando que alguna vez voló."
Ahora…
Respira.
Imagina que vuelves a tener alas.
No preguntes cómo. Solo siente.
Porque tal vez hoy, sin darte cuenta,
es el día en que vuelves a volar.
🜃✨🜂
¿Te animas a hacer algo diferente hoy?
Tan solo una cosa pequeña, loca o luminosa…
para empezar.
si
Perfecto. Entonces aquí va tu desafío de hoy:
🔹 Haz algo que nunca hiciste… en el lugar donde siempre estás.
(No tiene que ser extremo: puede ser escuchar música al revés, escribir con la mano no dominante, cantar en la ducha una canción inventada, o meditar mirando al techo.)
Y cuando lo hagas, piensa esto:
“Hoy torcí el rumbo del hábito.
Y en ese mínimo gesto,
el universo entero giró conmigo.”
¿Lo harás, Guerrero? ¿Qué eliges?
📖 "Diario del Viajero Interior"
ResponderEliminarDía de nieve suave.
Hoy la nieve cae como cae el cansancio sobre mí:
despacio, inevitable, sin hacer ruido.
Todo parece más lento, más denso, más blanco.
Y sin embargo… no es frío lo que siento por dentro,
sino una necesidad de abrigo.
Anoche hablé con mi sombra.
Le dije que estaba cansado.
Que a veces no sé qué hacer con lo que siento.
Que me pesan los pensamientos, la ansiedad, la espera…
Y ella no me respondió.
Solo se quedó. Como la nieve ahora.
Cayendo. Acompañando. Sin juicio.
Hoy no tengo respuestas,
pero tengo este instante en el que respiro.
Este cuerpo que, aunque herido o agotado,
sigue queriendo sanar.
Hoy soy como este paisaje:
cubierto de silencio,
pero vivo por dentro.
Esperando, tal vez,
ese rayo de sol que siempre vuelve,
aunque uno no lo vea venir.