Silk Road - Kitaro - Daylight, Moonlight [Live In Yakushiji] CD1 (2002)

La idea de Kitaro para una colección de grandes éxitos realizada en el templo sagrado de Yakushiji en Nara, la antigua capital japonesa, es más acerca de la belleza y la intimidad que el puro espectáculo. La música fue tomada de tres conciertos en vivo durante el año 2001 y que fueron los primeros conciertos presentados en el propio templo. No es necesario que el fondo sea arrastrado hacia el misticismo soñador que define el giro de Kitaro en el universo, pero este templo es el lugar de descanso de las cenizas de Genjo Sanzo, el monje del siglo VII que recorrió la Ruta de la Seda desde el país Japón hasta la India, regresando de India con los textos sagrados que introdujeron el budismo en China y Japón.
 
 
Kitaro - Daylight, Moonlight [Live in Yakushiji] CD1 (2002)

01. Monk's Introduction
02. Hazimari - Sozo
03. Caravansary
04. Silk Road
05. Magma
06. Mercury

Duración total: 52:14 min.

Comentarios

  1. Reflexiones diarias4 de julio de 2018, 18:47

    El bambú japonés

    No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea! Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
    Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
    Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
    Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece
    ¡más de 30 metros!
    ¿Tardó sólo seis semanas crecer?
    No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
    Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
    Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
    Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
    Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
    De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
    Y esto puede ser extremadamente frustrante.
    En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
    Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
    El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
    Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
    Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
    Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…
    Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué…
    Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…
    ¿Para qué?
    Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
    Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...
    quizá solo estés echando raíces...

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  2. “Cada uno es responsable de lo que le sucede y tiene el poder de decidir lo que quiere ser. Lo que eres hoy es el resultado de tus decisiones y elecciones en el pasado. Lo que seas mañana será consecuencia de tus actos de hoy.”

    Swami Vivekananda, religioso indio

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