Yanni - Truth Of Touch (2011)

El talentoso artista Yanni, realiza música new age de corte americano, muy downtempo y easy listening, haciéndola con coherencia y una muy alta calidad tanto en la composición como en los arreglos y la producción. Luego de ocho años de no presentar un disco con temas inéditos, el año pasado, el músico griego Yanni lanzó una producción que contiene diversos sonidos provenientes de diferentes partes del mundo. Con este nuevo álbum, "Truth of Touch", el músico griego regresa para reafirmar lo prolífico que es como compositor y su enorme calidad como pianista. Este es el corte que le dá nombre al disco "Truth Of Touch (La verdad del tacto)". Una excelente colección de temas que funcionan a las mil maravillas.

 

Yanni - Truth Of Touch (2011)

01. Truth Of Touch
02. Echo Of A Dream
03. Seasons
04. Voyage
05. Flash Of Color
06. Vertigo
07. Nine
08. Can't Wait
09. Guilty Pleasure
10. O Luce Che Brilla Nell'Oscurita
11. I'm So
12. Long Way Home
13. Yanni & Arturo
14. Mist Of A Kiss
15. Secret
 
Duración total: 63:07 min.

Comentarios

  1. Neto 3 de agosto de 2012 20:06
    Visitá para más información http://unilaradio.blogspot.com.ar/2011/07/yanni-truth-of-touch.html

    Gloria Celeste González Junyent 19 de agosto de 2012 23:25
    qué fuerza me transmitió este tema, voy conociendo más de este compositor y me va ganando el corazón y el oído, muy bello!!!!

    Neto 19 de agosto de 2012 23:59
    Así es Glo: Yanni es uno de los referentes de la música New Age. Yo lo escucho desde que comenzó a principios de los '80! Tengo su primer CD que pronto subiré un tema que me parece alucinante lo bien que suena para esa época.
    Gracias por escribir. Besos

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  2. Gracias Gloria por comentar! Te merecés un reconocimiento por el acompañamiento constante, ya desde los inicios del blog! Te quiero amiga!

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  3. Yanni... excelente autor.... este tema es precioso, pleno de energía!!
    GRACIAS Neto!!

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  4. Mi querido amigo ya para estos tiempos Yanni me conquistó definitivamente, lo mismo que el blog, eso ya lo sabés, y releerlo cada tanto es un ejercicio sanador y que energiza, yo te agradezco la posibilidad de que estemos unidos por este espacio que nos iguala en un gusto musical y una sensibilidad que nos cura todos los males que puedan pasar cerca nuestro pero que no nos tocan porque estamos protegidos totalmente, yo lo siento mi remanso, y yo también te quieroooooo

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  5. Gracias Sandy y Gloria por estar presentes en esta etapa de nuestras vidas! Seguiremos compartiendo sentires y emociones, musica y palabras... Las quiero con el corazón!

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  6. como siempre! jajajaja (a los locos hay que darle la razón no?) jajajjaa

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  7. jajaja me doy cuenta como cambia de parecer la gente... dice tantas cosas incoherentes... jajaja ojo, vos no! jajajaja Yo si.... jijijijijiji (el loco por la vida! y... LAS VACACIONES) jajajaja

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  8. “La oportunidad es como un hombre calvo con un único parche de pelo en la frente. Tienes que asir ese pelo, aferrarte a la oportunidad mientras la tienes de cara, de otro modo estarías agarrando una calva resbaladiza.”
    Booker Washington, político estadounidense.

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  9. 🌄 La calva del destino y el viento del sur
    Por un caminante de Aluminé

    A veces, el viento de Aluminé sopla con tal fuerza que parece arrancar el alma de los árboles. Se lleva hojas, polvo y pensamientos, y deja un silencio tan puro que uno se ve obligado a escucharse. En esos momentos, recuerdo una frase que siempre vuelve a mí:

    “La oportunidad es como un hombre calvo con un único parche de pelo en la frente. Tienes que asir ese pelo, aferrarte a la oportunidad mientras la tienes de cara, de otro modo estarías agarrando una calva resbaladiza.”

    Entre montañas y ríos, las oportunidades no llegan con anuncios. Llegan disfrazadas de viento, de encuentros breves o de soledad. Aprendí que la oportunidad no siempre sonríe; a veces susurra, a veces exige coraje.

    En la cultura mapuche se habla de küme mogen, el buen vivir: estar en equilibrio con lo que existe. Pero ese equilibrio no llega sin movimiento. El espíritu —dicen los abuelos— necesita abrir caminos y leer las señales que la tierra ofrece.

    La vida, como el viento, no espera. Sopla cuando quiere, y si uno no abre las velas del alma, pasa de largo.

    Recuerdo una mañana de invierno en la que todo parecía detenido. El río Aluminé reflejaba el cielo como un espejo helado. Pensé en cuántas veces dejé pasar oportunidades por miedo o por creer que habría “otro momento”.

    El viento —sabio mensajero— me enseñó que el tiempo no se repite. Cada soplo tiene su dirección y su instante exacto.
    Si lo dejas ir, no vuelve el mismo.

    Así es la vida: un hombre calvo con un mechón que apenas roza tu frente. Si dudas, la oportunidad se da vuelta, y solo queda la calva del pasado.

    En Aluminé, la naturaleza enseña sin palabras.
    El cóndor no espera el viento perfecto; se lanza.
    El río abraza las piedras hasta volverlas canto.
    El fuego, aun al apagarse, confía en sus brasas.

    De ellos aprendí que aferrarse a la oportunidad es un acto de fe, no de cálculo.
    Porque no siempre llega cuando uno está listo; a veces llega para despertarnos.

    La oportunidad más grande suele ser interior: mirar la sombra y descubrir que también en ella hay luz.
    Decidir que el pasado ya no dicta el compás, y que cada amanecer invita a empezar de nuevo.

    He visto a gente de mi pueblo reinventarse:
    un hombre que perdió todo y reconstruyó su casa con las cenizas,
    una mujer que, tras años de silencio, cantó junto al río y sanó su alma.
    Y yo, entendiendo que la oportunidad no se busca: se reconoce cuando uno deja de resistirse al cambio.

    Cuando el crepúsculo cae sobre Aluminé, el aire se vuelve espeso de aromas y presagios. Cada día trae una oportunidad distinta, visible o invisible.

    No siempre se trata de grandes gestos.
    A veces es simplemente perdonar, dar un paso, soltar una queja, escribir una canción o encender una fogata sin esperar compañía.
    Cada uno de esos actos, por pequeños que sean, es el mechón de cabello que la vida nos ofrece al pasar.

    Esta noche, mientras el viento golpea el techo y el fuego danza en el hogar, me pregunto cuántas veces el destino nos rozó el rostro y no lo reconocimos.
    La oportunidad no siempre brilla; a veces llega en forma de silencio o pérdida.
    Pero si uno la mira con el corazón despierto, descubre que incluso el dolor guarda una posibilidad.

    Porque la vida, como ese hombre calvo, se deja tomar solo por quienes están atentos, por quienes se atreven a extender la mano antes de que sea tarde.

    En Aluminé, donde el viento nunca se detiene y las estrellas parecen más cercanas, aprendí que la oportunidad y el espíritu viajan juntos.
    Solo hay que estar presente, quieto por dentro y valiente por fuera, para reconocer cuándo el universo te mira de frente.

    Y cuando eso sucede, cuando tomas el mechón sin dudar, todo cambia.
    El viento se alía contigo.
    El camino se ilumina.
    Y entiendes, en lo profundo del alma, que no era el azar el que soplaba...
    Era la vida pidiéndote que te atrevieras a vivirla.

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