"Patterns Of Reflection (Patrones de Reflexión)" es el duodécimo álbum del arpista, flautista y tecladista Peter Sterling, que marca su regreso a sus raíces de la música New Age. Esta música nace del propio viaje personal, a los reinos de luz radiante y al sonido celestial, que el artista Peter Sterling ha estado explorando desde el primer momento en que el arpa llegó a su vida, hace casi 20 años. Como instrumento sagrado que se ha utilizado y honrado en todo el mundo, el arpa tiene una habilidad única para reflexionar en el sonido de la estructura armónica del Cosmos como ningún otro instrumento lo puede hacer. Lo que se escucha en "Terra Nova (Tierra Nueva)" nació en una noche sin esfuerzo como una gema preciosa de su corazón.
Duración total: 57:46 min.
Peter Sterling - Patterns Of Reflection (2012)
01. Terra Nova
02. Onward And Upward
03. Little One
04. Honey Dew Drop
05. Child Of Light
06. The Emerald Forest
07. Tantra Of Love
08. Enchantments Awakening
09. Modern Times
10. Transmission 333
11. For Love And Honor
12. The Grail Quest
13. The Morning After
14. Waterfall Cascade
15. Parting Of The Way
16. Tulipe Time
Duración total: 57:46 min.

Neto 16 de julio de 2012 11:09
ResponderEliminarPuedes descargar el CD completo en la siguiente dirección http://lamusicaqueiluminatuvida.blogspot.com.ar/2012/06/peter-sterling-patterns-of-reflection.html
Y no olvides de agradecerle a Liberman DJ. Gracias!
Anonymous 22 de julio de 2012 09:45
MUY BUENO EL COMPI.... DESPUES DE ESTO ME HAGO CURAAAAAA MORTALLLLLLLLL..,.,...!!!!!!!!
Neto 22 de julio de 2012 09:51
Gracias! En 15 días sale otro compilado más, "MusiK EnigmatiK Vol. 2"! Estate atento! Saludos
Neto 23 de noviembre de 2012 09:51
Quizás a muchos le llegue a gustar este arpista; es un CD nuevo, del 2012 y hoy quería compartir este tema con ustedes. Yo no lo conocía, por eso lo descargué para ver de qué se trataba y me sorprendió lo lindo que es. "Tierra Nueva" es el primer y mejor tema del CD que incluye sonidos de pájaros! Muy tranquilo y relajado.
ajajaja El primer comentario de "El Bombero Loco"... jajaja quien no se animaba a decir que era bombero y comentó como Anonymous! jajaja Anonymous le queda mejor el nombre! jajaja pero por el contenido sabemos que es él! ajajaja
ResponderEliminar¿Anonymous te hiciste cura? o sos doctor? jajaja
jajajajja el querido bombero! querido y por momentos apaleado!!! jajajajajaj
ResponderEliminarbombero volvé porfa! qué va a ser cura ,este bombero no tiene cura jajajajajaj
jajajaja me encantó! jajajajjaa
ResponderEliminarsiiiii qué lindo tema con el arpa como protagonista principal, bello tema y que disparó que comiencen a aparecer visitas al blog de lo más dispares y únicas, y que se instalaron definitivamente y aparecen cada tanto pero que siempre se celebra cuando así sucede, me quedo disfrutando esta divinura...
ResponderEliminarGracias Gloria... ahora, un poco más descansado por los mates que he tomado... continúo seguiendote los rastros por el blog... y al hacerlo se me ha ocurrido una idea para agilizar un poco más los comentarios en el blog!
ResponderEliminarmmmmm Empiezo a recordar algo del futuro preciso! Gracias por volver a comentar! Beso
"No hay errores en la vida, sólo lecciones."
ResponderEliminarRobin Sharma, escritor canadiense.
🌘 Las huellas que no se borran
ResponderEliminarDesde Aluminé, donde los silencios también enseñan
A veces me detengo a mirar atrás, aquí en este rincón del mundo donde el viento limpia el alma y el cielo parece contener más respuestas que preguntas. Me siento al borde del río Quillahue o en el refugio invisible de un bosque de pehuenes, y dejo que la memoria se deslice como el agua entre las piedras.
Y me descubro recordando no los aciertos, no los logros... sino aquello que, en su momento, dolió. Las decisiones mal tomadas. Las palabras que debí callar. Las oportunidades perdidas. Los caminos que no supe recorrer.
Durante mucho tiempo los llamé errores.
Pero Aluminé —este lugar donde la naturaleza no juzga, solo fluye— me ha enseñado algo diferente. Aquí no hay líneas rectas, y sin embargo todo llega a donde tiene que llegar. El árbol torcido aún da sombra. La piedra caída aún contiene el musgo. El cauce errante aún encuentra el mar.
“No hay errores en la vida, sólo lecciones.”
Esa frase de Robin Sharma llegó a mí una tarde de otoño, mientras caminaba solo entre hojas secas que crujían como ecos de decisiones pasadas. Me detuve, respiré hondo, y la entendí no con la mente, sino con algo más profundo: el espíritu también aprende cayendo.
Los errores son apenas la forma que el alma encuentra para recordar lo que ya sabe, pero ha olvidado.
Cada vez que fracasé, aprendí a mirar distinto.
Cada vez que perdí algo, descubrí qué era lo que realmente importaba.
Cada vez que me equivoqué, se abrió ante mí una nueva manera de amar, de vivir, de soltar.
¿No es eso también sabiduría?
¿No es acaso un maestro aquel que ha vivido, tropezado, sentido, y aún así ha seguido caminando?
Aquí, en esta tierra donde el cielo se funde con la cordillera y el fuego aún conversa con los hombres en noches sin electricidad, he aprendido a agradecer los errores. No porque quiera repetirlos, sino porque sin ellos no sería quien soy.
Y tú que estás leyendo esto, tal vez buscando sentido a alguna herida reciente, quiero ofrecerte esta verdad sencilla:
No hay camino sin tropiezo. No hay crecimiento sin confusión. No hay despertar sin sombras.
Pero cada error lleva una semilla.
Una enseñanza dormida, esperando que te detengas lo suficiente como para entenderla.
Y cuando lo haces, cuando recoges la lección en medio de las ruinas, algo sagrado sucede: te transformas.
La vida no te castiga.
Te enseña.
Y a veces, lo hace con voz baja, con manos rudas, con señales que no se comprenden de inmediato.
Pero si escuchas… si realmente escuchas… todo se revela.
Hoy, desde este rincón del sur del mundo, te invito a mirar tus errores como un sabio mira su pasado:
No con culpa, sino con gratitud.
No con arrepentimiento, sino con humildad.
No como manchas, sino como mapas.
Porque a fin de cuentas, lo que llamas errores son apenas huellas del alma en su intento por recordar quién vino a ser.
Nos vemos en el sendero…
Ese que se aclara justo después del crepúsculo.