Nick Glennie-Smith, Hans Zimmer & Harry Gregson-Williams - The Rock (1996)

La banda sonora original de la película de acción "The Rock (La Roca)", está basada en el uso de los sintetizadores, algo muy habitual en las bandas sonoras de música del cine contemporáneo. De esta manera se consigue dar un aire más moderno, más electrónico, acorde con el estilo real de la película. Aquí, resalta la enorme variedad temática del disco, donde no sólo nos encontramos con varios temas de acción adrenalíticos, a cada cual más vibrante, sino que también nos ofrece otros temas más solemnes, con algunas piezas de corte más dramático y de alta tensión, con algunos otros de estilo más intimista, como el caso de "Jade", donde podemos tomarnos un corto respiro; es sin duda una bella pieza compuesta para el film.

 

Nick Glennie-Smith, Hans Zimmer & Harry Gregson-Williams - The Rock (1996)

01. Hummell Gets the Rockets
02. Rock House Jail
03. Jade
04. In the Tunnels
05. Mason's Walk -- First Launch
06. Rocket Away
07. Fort Walton -- Kansas
08. The Chase
 
Duración total: 60:16 min.

Comentarios

  1. Neto 26 de julio de 2012 21:13
    En la siguiente página podés conocer más sobre la película y de su banda sonora, como por ejemplo cómo fué compuesta y los tracks con los que cuenta: http://www.bsospirit.com/comentarios/therock.php/
    Sobre el tema dice... "Jade": en este corte sí podemos tomar un corto respiro, de tan sólo dos minutos, donde se presenta el tema de John Mason, de aire británico (tirando más a escocés) en referencia al origen del personaje interpretado por Sean Connery. Es sin duda una pieza bella, que en este caso acompañará al breve encuentro que tendrá Mason con su hija.

    Neto 24 de noviembre de 2012 04:09
    Para hoy les traigo esta piedra preciosa "Jade" con reminiscencias celtas que encontré en el baúl de mis descargas de música en CD. Se trata de la banda sonora de una película de acción que transcurre en la cárcel de Alcatráz "La Roca", que si bien es un álbum de música estridente, esta pista resalta del resto por su calidez y espiritualidad. Todo un tema para apreciar con el alma.

    Rosana 18 de febrero de 2013 10:42
    Gracias Neto... tengo la pelicula y nunca la vi. Ahora si me vinieron ganas de verla... Qué magico es este blog. Besos

    Ernesto Castro 18 de febrero de 2013 12:16
    En serio que nunca la viste? No te peudo creer! Es una película muy buena! Te la recomiendo!!! Y si que es mágico! Después contá por acá que te pareció el film... ¿ok?

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  2. Si se dan cuenta... los comentarios van apareciendo en orden correlativo en fecha y hora... así no tienen porque marearse en el blog! Estos comentarios sobre la película en donde aparece Rosana expresando lo mágico del blog! A ver la película y comentarla! ¿oK?

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  3. La peli es excelente, la tengo y no me canso de verla! El tema muy emotivo, con un dejo celta precioso, acorde al momento en que aparece en la peli!!
    Hermosos recuerdos Neto!! GRACIAS!!!

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  4. Gracias Sandy! Lindo tema celta! Beso

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  5. El tema realmente es bello siiii, la película que mencionás no la ví, si transcurre en una carcel no cuentes conmigo, no me prendo, últimamente no veo ni tele ni películas, estoy alejada de todo, sólo leo y escucho música, pero seguramente en las vacaciones ya veremos algo. Por lo pronto disfrutamos esta música que es reconfortante, cálida y me llevo ese Jade que nos regalaste en su momento y que volvemos a elegir, beso

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  6. Gracias Gloria por comentar... pero insisto... te recomiendo la película! A ponerse al día en las vacaciones... después nos comentás por acá que te pareció! Beso

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  7. “Tengo un día. Si lo sé aprovechar, tengo un tesoro.”
    Gabriela Mistral, poeta chilena.

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  8. Dijo Julian Barnes, escritor inglés:
    "Pero todo amor necesita un viaje. Todo amor, simbólicamente, es un viaje que precisa encarnarse."

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  9. “El viaje del amor encarnado: Ecos desde Aluminé”
    Para MusiK EnigmatiK – Un viaje con el espíritu que nos transporta a lugares insospechados más allá del crepúsculo…

    Aquí, en Aluminé, el amor no es una palabra que se dice a la ligera.
    Entre los bosques de araucarias milenarias y el susurro del río que lleva el mismo nombre, uno aprende que el amor —como la lluvia que llega después de semanas de sequía— no se improvisa: se encarna.

    Hay una cita que me acompaña desde hace tiempo, de Julian Barnes:
    "Pero todo amor necesita un viaje. Todo amor, simbólicamente, es un viaje que precisa encarnarse."
    Y si hay algo que esta tierra me ha enseñado, es que el verdadero amor no es un sentimiento estático, ni una idea suspendida en el aire. El amor —como la vida misma— se camina.

    Cuando llegué a Aluminé por primera vez, lo hice buscando “algo”. No sabía qué. Tal vez huía. Tal vez buscaba silencio. O quizás solo necesitaba sentir que aún era capaz de comenzar de nuevo. La vida en las grandes ciudades me había endurecido la piel, me había llenado de objetivos que olvidaban el alma. Vivía amores que eran promesas no cumplidas, fantasías no sostenidas por acciones. Amores sin viaje. Sin cuerpo. Sin raíz.

    Pero aquí, en este rincón del sur, rodeado por la inmensidad del bosque andino-patagónico y el reflejo del cielo en las aguas del Pulmarí, empecé a entender lo que Barnes quiso decir. El amor no puede quedarse en el deseo. El amor necesita caminar contigo, contigo herido, contigo cansado, contigo real.

    Los antiguos de la cultura mapuche dicen que uno no ama con el corazón solamente, sino con todo el cuerpo.
    Con los pies, porque el amor verdadero te hace moverte, acercarte, avanzar.
    Con las manos, porque el amor construye, acaricia, repara.
    Con los ojos, porque el amor mira de verdad.
    Y con la memoria, porque el amor no olvida, pero tampoco se queda atrapado en el pasado.

    Uno de los abuelos mapuche me dijo un día, mientras recogíamos piñones del suelo:
    “Lo que no se siembra, no crece. Y lo que crece sin cuidado, no florece.”
    Así también es el amor. No basta con sentirlo: hay que encarnarlo. Habitarlo. Caminarlo, paso a paso, incluso cuando el sendero se cubre de barro y niebla.

    He amado en esta tierra con un amor diferente.
    No el amor que promete sin cumplir, sino el que se queda a pesar del frío.
    No el amor que idealiza, sino el que aprende a ver la belleza en la imperfección.
    El que se levanta temprano para preparar el mate, el que camina kilómetros solo para escuchar en silencio, el que recoge leña y comparte fuego.

    El amor, aquí, se hace cuerpo. No se dice: se vive.

    Y es por eso que este viaje espiritual que muchos buscan —ese deseo de ir más allá del crepúsculo— no está en lo lejano. Está en el amor que nos atrevemos a encarnar hoy. No mañana. No cuando todo sea perfecto. Hoy, en medio del caos, del miedo, de las heridas mal cerradas.

    Porque, como dice Barnes, todo amor necesita un viaje…
    Pero no es un viaje que empieza afuera.
    Es un viaje que empieza adentro.

    A quien esté leyendo esto desde otro lugar del mundo, desde un cuarto lleno de preguntas o un corazón lleno de espera, quiero decirte:
    Tu viaje ya ha comenzado.
    No necesitas billetes ni mapas. Solo la voluntad de encarnar lo que amas.
    De hacer de tus gestos una canción, de tus pasos un poema.

    Y si alguna vez sientes que te pierdes, recuerda lo que esta tierra me ha enseñado:
    Las raíces no impiden el vuelo. Lo sostienen.
    Y el amor…
    El amor que se encarna, es el único que realmente nos transforma.

    Desde Aluminé, entre vientos del sur y estrellas que no se apagan,
    te abrazo con el alma despierta y los pies en camino.

    🌙
    — MusiK EnigmatiK: un viaje con el espíritu que nos transporta… más allá del crepúsculo.

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