El nuevo álbum "Parallel World" de Green Sun es una obra electrónica que articula un viaje sonoro de 12 pistas y una duración aproximada de 1 hora y 1 minuto. Con atmósferas envolventes, texturas sintéticas y pulsos rítmicos, el disco navega entre lo introspectivo y lo expansivo, proponiendo un mundo paralelo donde cada canción actúa como puerta hacia realidades alternas. El track homónimo “Parallel World”, situado como quinto corte, destaca por su tempo vibrante y su tonalidad en fa sostenido menor, generando una energía contenido-contenida que equilibra potencia y melancolía. En su conjunto, "Parallel World" reafirma a Green Sun como un explorador de fronteras electrónicas, capaz de conjugar lo emocional con lo futurista sin perder cohesión narrativa.
Green Sun - Parallel World (2025)
01. Between Now and Then
02. Endless Skies
03. Pandora
04. Remember October
05. Parallel World
06. New Era
07. Where Rivers Sleep
08. Goodbye Charlie Kirk
09. Echoes of the Infinite
10. In the Silence, You Remain
11. Velvet Singularity
12. Epilogue
Duración total: 61:24 min.
01. Between Now and Then
02. Endless Skies
03. Pandora
04. Remember October
05. Parallel World
06. New Era
07. Where Rivers Sleep
08. Goodbye Charlie Kirk
09. Echoes of the Infinite
10. In the Silence, You Remain
11. Velvet Singularity
12. Epilogue
Duración total: 61:24 min.
"Bajo los cielos de Aluminé: Un viaje con el espíritu más allá del crepúsculo"
ResponderEliminarPor un viajero del alma
Aquí, donde el viento perfuma los senderos con pino y libertad, y el cielo cambia de piel cada tarde sobre las montañas del norte patagónico, he aprendido que caminar no es solo avanzar: es recordar quién soy. En Aluminé, ese rincón donde la tierra susurra antiguas verdades mapuches al oído del que sabe escuchar, he descubierto que el verdadero viaje ocurre dentro.
Camino cada día bordeando el río que canta, y sus aguas frías me enseñan: el amor no siempre es tibio, pero siempre es vital. En la senda, mis pies tocan piedras que han presenciado siglos de soles y lluvias. Y me pregunto: ¿cuántos secretos guarda el suelo que pisamos? ¿Cuántas veces nos habla y no lo oímos?
Recuerdo entonces las palabras de Steiner:
"Amor al andar, verdad al hablar, claridad al pensar."
Tres llaves. Tres caminos. Tres pruebas para el alma.
Amor al andar
Caminar con amor no es solo amar el paisaje o las personas: es amar el instante, incluso cuando duele. Es seguir, aunque el viento pegue fuerte y el cuerpo pida tregua. Aquí en Aluminé, aprendí que andar con amor es andar con presencia. Es mirar a los ojos al perro callejero, al viejo del mercado, al niño que juega con barro. Es ser parte del todo, sin querer dominarlo.
El amor al andar abre puertas invisibles. Nos saca del automatismo y nos lleva al latido del mundo. El verdadero caminante no deja huellas de ego, sino semillas de conciencia.
Verdad al hablar
Aquí, en la inmensidad sin artificios, aprendí que la verdad no grita: susurra. Que no busca imponerse, sino revelarse. En un mundo donde las palabras a menudo están vacías, hablar con verdad es un acto revolucionario. No se trata de decirlo todo, sino de que lo que digamos nazca desde lo más real de nosotros.
Decir la verdad no siempre es cómodo, pero siempre es limpio. A veces, la voz temblará. A veces, serás malinterpretado. Pero cada palabra auténtica es como una piedra lanzada al río: genera ondas que tocan otras orillas.
Claridad al pensar
El pensamiento, como el cielo de Aluminé después de la lluvia, debe despejarse para revelar su luz. ¿Cuántos pensamientos nublan nuestra mente como tormentas internas? Claridad no es saberlo todo. Es ver con calma. Es distinguir lo esencial entre el ruido. Es preguntarse: ¿este pensamiento me eleva o me encierra?
Meditar bajo un arrayán, sentir el crujido de las hojas secas, contemplar cómo el sol se retira en un crepúsculo incendiado... eso me enseñó a pensar desde otro lugar. No desde el miedo. No desde la carencia. Sino desde el alma que observa, paciente, como la luna detrás de las nubes.
Y así, cada día, este rincón del mundo —este lugar donde el espíritu puede respirar sin apuro— me recuerda que la vida es un viaje en espiral: volvemos a los mismos puntos, pero desde otra altura. Más sabios, más humildes, más presentes.
Amor al andar, verdad al hablar, claridad al pensar.
Tres faros. Tres melodías. Tres formas de encender la luz cuando el mundo parece oscurecerse.
Hoy, quizás, no necesitas hacer más que eso: salir, respirar, mirar al cielo, y dejar que tu paso, tu voz y tu mente se alineen con el pulso secreto del universo.
Allí comienza la verdadera música.
Allí comienza el verdadero viaje.
Más allá del crepúsculo.