"Destellos" es una combinación de música y arte que se funden juntos para producir atmósferas magníficas y paisajes sonoros exuberantes. La música del Proyecto Haiku refleja la conexión de Hytteballe a la sencilla y hermosa forma de arte de la poesía japonesa, de la que tomó su nombre. Henrik dice: "Mi intención con mis composiciones es invitar al oyente en un universo propio de la reflexión. Espero que descubran las capas únicas de mi música que hablan de sus propias experiencias sensoriales individuales y, al mismo tiempo, les abra a un paisaje más profundo para explorar la empatía, el amor y la honestidad consigo mismo y con los demás".

Y seguimos conociendo nuevos artistas en el blog como es el caso ahora de este Proyecto de Hytteballe y nos sumamos a sus palabras: "...les abra a un paisaje más profundo para explorar la empatía, el amor y la honestidad consigo mismo y con los demás".
ResponderEliminar"Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían." Paolo Giordano, escritor italiano.
🕸️ El Hilo Invisible
ResponderEliminarEn el entramado invisible de la existencia, hay hilos que no se ven, pero se sienten. Vibra uno en el pecho cuando dos almas, distantes en el espacio o en el tiempo, se reconocen sin necesidad de palabras. Es un lenguaje antiguo, anterior a toda lógica, más cercano al silencio que al sonido.
Son esas conexiones raras, misteriosas… que no siguen reglas ni calendarios. Aparecen en medio de la rutina, entre “mil cosas de poca importancia”, como dice Giordano, para recordarnos que no estamos solos, aunque lo hayamos creído por tanto tiempo.
Quizá tú también lo hayas sentido: una mirada que te atraviesa sin esfuerzo, una presencia que calma tu ruido interno, una voz que no necesita hablar alto para llegar profundo. Es el alma reconociendo su reflejo en otra soledad.
La música New Age, con su delicadeza hipnótica, a veces actúa como ese hilo. No te grita. Te susurra. No invade. Te envuelve. Y como ese vínculo sutil entre dos seres, te conecta con lo esencial, con lo olvidado, con lo eterno.
Porque no toda soledad es ausencia. Algunas soledades, las más puras, son puertas abiertas al encuentro verdadero. Solo quien ha caminado consigo mismo en silencio puede ver en el otro algo más que una forma: puede ver un eco.
Y cuando eso ocurre, ya no hay necesidad de explicaciones. Solo queda el misterio… y el hilo invisible que, sin atar, sostiene.