Hauser & London Symphony Orchestra - Cinema (2025)

El álbum "Cinema" de Hauser junto con la London Symphony Orchestra bajo la batuta de Robert Ziegler representa una audaz celebración del poder emocional del cine a través del violonchelo. En esta obra el artista recorre un repertorio de 25 temas emblemáticos del cine —desde “Tara” de Gone with the Wind hasta “What Was I Made For?” de Barbie— reinterpretándolos con arreglos orquestales majestuosos y su estilo personal, intenso y lírico.  Entre sus encantos destaca la inclusión de joyas menos conocidas de compositores europeos como Nino Rota, Francis Lai, Luis Bacalov y Vangelis, que Hauser recupera con sensibilidad. "Cinema" no solo homenajea la historia musical del cine, sino que funciona como esfuerzo personal para compartir sus melodías más queridas con el mundo.

Hauser & London Symphony Orchestra - Cinema (2025)

01. Writing's On The Wall (from Spectre)
02. Concerto pour la fin d'un amour
03. A Time for Us (Love Theme from Romeo and Juliet)
04. Mission Impossible
05. Comptine d'un autre été, l'après-midi (from Amélie)
06. Le vent, le cri
07. Stranger in Paradise
08. Lujon
09. Tara's Theme (from Gone with the Wind)
10. Somewhere in Time
11. The Music of the Night
12. Theme from A Summer Place
13. If You Are My Love
14. Chi Mai
15. Mi mancherai (feat. Caroline Campbell)
16. Promentory (from The Last of the Mohicans)
17. The Ludlows (from Legends of the Fall)
18. Amore mio aiutami
19. An Affair to Remember
20. What Was I Made For? (from Barbie)
21. Marion's Theme (from Raiders of the Lost Ark)
22. We Have All The Time In The World
23. Main Title (I Had A Farm in Africa)
24. La petite fille de la mer
25. Conquest of Paradise

Duración total: 96:09 min.

Comentarios

  1. Cuando el barro se asienta: una mirada desde Aluminé

    ¿Tienes la suficiente paciencia como para esperar que tu propio barro se asiente y el agua sea más clara? —Thich Nhat Hanh

    Aquí, en Aluminé, donde los vientos hablan en mapuzungun y el río canta su música milenaria entre los pehuenes, los días no pasan: se transforman. Cada amanecer es un espejo del alma, cada ocaso una puerta hacia lo desconocido.

    Vivimos rodeados de montañas que no se apuran, de árboles que crecieron durante siglos sin jamás desear llegar a ningún lado, de ríos que no se rebelan contra su cauce. Y sin embargo, nosotros —hijos del vértigo moderno— nos agitamos como aguas turbias, buscando respuestas mientras revolvemos aún más el fondo.

    Hace unos inviernos, salí a caminar tras una tormenta de nieve. Todo estaba cubierto por un silencio espeso, casi sagrado. Me acerqué al río Aluminé, ese viejo sabio que siempre murmura algo si uno sabe callar lo suficiente. El agua venía turbia por el deshielo reciente, cargada de sedimentos, de historias arrastradas desde las alturas. Me senté. Observé. Esperé.

    Y entonces lo vi: sin hacer nada, solo con el paso del tiempo, el río comenzó a aclararse. La corriente disminuyó, el lodo se asentó. Lo que antes era caos se volvió espejo. Y fue en ese reflejo donde me encontré, no como yo creía ser, sino como realmente era. Humano. Herido. En transformación.

    La enseñanza fue clara: no todo problema necesita una solución inmediata, no toda emoción requiere una respuesta, no toda herida sana con apuro. Hay que aprender a no hacer. A quedarse. A ser barro y esperar.

    ¿Puedes hacerlo tú? ¿Puedes observar tu interior sin miedo, sin intervenir, sin querer corregir cada imperfección como si fueras una obra inacabada? Porque ahí, en ese detenerse, en ese estar, el alma comienza a decantarse. Y con ello, llega la claridad.

    En esta era donde todo es instantáneo —las noticias, los amores, los fracasos—, la paciencia se ha vuelto un acto revolucionario. No es pasividad, es sabiduría. No es resignación, es transformación.

    Aquí en Aluminé, aprendí que la naturaleza no tiene prisa, y aún así todo se cumple. El pehuén no pregunta cuándo dará fruto. El río no se cuestiona si es suficiente. Simplemente son. Y al ser, enseñan.

    Por eso, querido lector de MusiK EnigmatiK, si hoy tu corazón está revuelto, si el dolor enturbia tu visión, no corras. No escapes. Siéntate como si fueras parte del paisaje. Respira como respira el bosque. Sé río después de la tormenta. Y espera.

    Porque si tienes la suficiente paciencia, un día —sin que te des cuenta— el barro se asentará, y verás tu reflejo en el agua clara. No el que fuiste, no el que esperabas ser… sino el que verdaderamente eres.

    Y ese, créeme, es el viaje más enigmático y sagrado de todos.

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  3. ¡Qué lujo de álbum! Ya habíamos escuchado a este magnífico violonchelista, con esa pasión y sentimiento que imprime a sus interpretaciones. Pero ya con la Sinfónica de Londres... ¡Bravo, Neto! Esto es un REGALO con mayúsculas.👏👏👏

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  4. ¡Jose, amigo! Qué alegría leer tus palabras. 😄
    Me emociona saber que disfrutaste tanto el álbum. Este violonchelista realmente tiene un don para transmitir emociones, y con el respaldo de la Sinfónica de Londres, el resultado es pura magia.
    Gracias por tu entusiasmo y por seguir acompañándome en este viaje musical. Comentarios como el tuyo son el verdadero regalo. 🙏🎶
    ¡Un abrazo enorme desde este rincón enigmático de la música!

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