Beautiful World - In Existence (1994)

El álbum "In Existence" de Beautiful World, un proyecto del músico Phil Sawyer, es una obra de New Age electrónica con notables influencias globales. Sawyer, quien tuvo vínculos en sus inicios con la banda Fleetwood Mac, se dedicó en este trabajo a explorar un sonido pseudo-étnico y espiritual. Lanzado en 1994, el disco destaca por el uso de capas sonoras, sampleados, voces étnicas y cánticos espirituales, lo que ha llevado a comparaciones con los primeros álbumes de Enigma. Con ritmos suaves y relajantes y un predominio de voces femeninas, algunas en francés, el álbum busca crear una atmósfera de bienestar inspirada por el continente africano. El disco incluye elementos sonoros ambiciosos y pistas como "The Silk Road", que guarda un gran parecido con el estilo de Enigma.

Beautiful World - In Existence (1994)

01. In the Beginning
02. In Existence
03. Evolution
04. Magicien Du Bonheur
05. I Know
06. The Silk Road
07. Love Song
08. Journey of the Ancestors
09. Revolution of the Heart
10. The Coming of Age
11. Spoken Word
12. Wonderful World
13. The Final Emotion

Duración total: 73:48 min.

Comentarios

  1. THANKS>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>✽ ✾ ✿ ❀ ❁ ❃ ❋ >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>THANKS

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  2. THANK YOU so much, Vaykorus ✽ ✾ ✿ ❀ ❁ ❃ ❋ Grateful for your presence here!

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  3. ✨ Reflexión espiritual
    "Lo que tienes, lo tienes ahora, y ese ahora es toda tu vida. No existe nada más que el presente." — Ernest Hemingway.
    Esta verdad, tan simple y profunda, nos invita a anclarnos en el instante que nos sostiene, en la presencia plena donde la vida realmente ocurre. El álbum In Existence de Beautiful World resuena con esa misma vibración: capas sonoras que emergen en el presente, voces y ritmos que nos arrullan en un ahora expandido. La música como puente hacia ese espacio donde el tiempo se disuelve, y sólo queda el ser. Dejar ir las nostalgias y ansiedades, abrazar lo que se despliega ahora, es el sendero hacia la paz interior y la expansión del espíritu.

    🌀 Diario del Viajero Interior: "El latido del ahora"
    En la quietud del instante, descubro un pulso sutil,
    un ritmo que no se detiene ni se adelanta,
    sólo es, y me invita a ser con él,
    a fundirme con la corriente invisible del tiempo.
    Aquí no hay pasado ni futuro, sólo un presente profundo,
    como el eco de un cántico ancestral que me guía hacia casa.

    🌒 Más Allá del Crepúsculo
    El crepúsculo es el umbral donde el tiempo se pliega,
    y en ese espacio suspendido, la luna se despide para dar lugar a la luz nueva.
    En esta transición silenciosa, la música de In Existence se convierte en un ritual de renacimiento,
    un viaje interior que celebra la unión de voces y ritmos antiguos con la frescura del ahora.
    Permito que ese flujo me envuelva, preparando el alma para el día que comienza,
    con gratitud por el regalo inagotable de este momento presente.

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  4. Muy bonita la "Reflexión espiritual", Neto. Ernest (tocayo tuyo, casualidad?) con esa frase parece que sintonizara un sentir similar en el budismo. No puedo estar más conforme. No obstante, el presente se ha construido con todo aquello que hemos vivido, sentido, aprendido... y que nuestro Ser ha sabido integrar en el Presente, por eso los del "ese ahora es toda tu Vida". Cabría determinar la extensión del "toda tu vida"; ¿se refería Hemingway a la actual existencia de uno, o tal vez, siguiente el silogismo con el Budismo, se refería a "toda la serie de existencias anteriores, que confluyen en ésta"?. De este último modo, vivimos "de nuevo, o a la vez" todas las anteriores existencias; el Presente es el arco iris mágico que nos permite conectar nuestras existencias con las experiencias vividas con los que nos acompañan...
    Magnífico tu Blog, Neto. Namasté!

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  5. Gracias, PepePaco, por tu comentario tan profundo y por tu sintonía con el espíritu de la entrada 🌿.
    Coincido plenamente contigo: el presente no es un punto aislado, sino la confluencia de todo lo que hemos sido y de lo que aún estamos siendo. Me gusta imaginarlo como ese arco iris que mencionas, un puente invisible que une cada existencia y experiencia, tejidas no solo en esta vida sino, quizá, en muchas otras.

    Si lo miramos desde la perspectiva budista —o desde la intuición del alma—, el "toda tu vida" de Hemingway podría abarcar mucho más que esta encarnación. Tal vez es la suma de aprendizajes y encuentros que trascienden el tiempo y el espacio, un diálogo entre lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

    Gracias por traer esta reflexión, que me recuerda que cada instante es un crisol donde se funden todas nuestras historias.
    Namasté ✨

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  6. ❄️ "El Silencio del Ahora: Invierno en Aluminé"

    En Aluminé, el invierno no llega: desciende lentamente, como una respiración profunda del universo. Cada amanecer es un cristal que se forma en la orilla del río, un pensamiento que se congela en el aire antes de hacerse palabra. Aquí, donde los cerros se cubren de un manto blanco y las estrellas parecen más cercanas, el tiempo se disuelve en una quietud que no pertenece al reloj, sino al alma.

    “Lo que tienes, lo tienes ahora, y ese ahora es toda tu vida. No existe nada más que el presente.”
    Esa frase de Hemingway resuena en mi mente mientras observo cómo el humo de la estufa se eleva, perezoso, hacia un cielo que todo lo escucha. El invierno, en su aparente inmovilidad, me enseña lo que tantas veces olvidamos: la vida no espera a que la entendamos. Sucede, simplemente, como la nevada que cae sin pedir permiso.

    Vivimos rodeados de urgencias, de planes, de ansiedades que prometen un mañana más pleno. Pero el invierno en Aluminé tiene otra enseñanza: el presente no es una espera, sino una totalidad. No es el camino hacia algo más; es el propio destino respirando en tu pecho. Si no te detienes a sentirlo, se desvanece como el vapor que se escapa del mate al amanecer.

    A veces salgo al bosque, donde el silencio es tan denso que parece tener forma. Camino entre coihues y lengas, y siento que cada paso cruje no solo bajo la nieve, sino también dentro de mí. Es un diálogo sin palabras: la montaña me recuerda que no soy el centro del mundo, sino apenas una nota en su melodía eterna. Y sin embargo, esa nota tiene su propósito, su sonido único, su instante.

    Vivir aquí, en la pureza fría del sur, es convivir con lo esencial. El fuego, la leña, el pan que se hornea lentamente, la música que acompaña los días de nevada. Todo se vuelve rito, presencia, comunión. La vida se simplifica para volverse profunda. No hay exceso posible cuando uno aprende a escuchar el latido del instante.

    Cada invierno me enseña que el alma también necesita su descanso, su estación blanca. En ella no se trata de producir, sino de comprender. No de correr, sino de permanecer. Es el tiempo de reconocerse sin máscaras, de dejar que las preguntas floten sin buscar respuesta inmediata. En esa quietud, lo que parecía oscuro revela su sentido.
    Quizás la fe, en su forma más pura, sea eso: la confianza en el ahora, incluso cuando todo parece detenido.

    Y en esas noches largas, cuando la luna se asoma sobre el lago Ruca Choroy, pienso que tal vez la eternidad no está en un más allá, sino en la intensidad con que vivimos este preciso momento. No hay futuro que garantice la plenitud ni pasado que la contenga. Solo este respiro, este pensamiento, este fuego que arde mientras escribo y que, al hacerlo, me recuerda que todo lo que amo, todo lo que soy, existe aquí y ahora.

    Hemingway tenía razón: lo que tengo, lo tengo ahora. Pero Aluminé me enseña algo más: lo que soy, lo soy en el ahora. Y ese reconocimiento es suficiente para llenar la vida de sentido.

    El invierno pasará, como todo. Los ríos volverán a cantar con la primavera, las flores abrirán su secreto al viento. Pero mientras tanto, en este frío que abraza, el alma encuentra su espejo.
    Y si aprendemos a mirar dentro de él, descubrimos que no hay nada más enigmático ni más sagrado que el presente.
    Porque el presente no es un momento en el tiempo: es la puerta por donde entra el espíritu.

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