“Blue Landscapes III: Frontiers” es la tercera entrega de la emblemática serie “Music from a Quieter Place”, resultado de una intensa colaboración improvisada entre el pianista galardonado internacionalmente Robert Thies y el flautista croata Damjan Krajacic. A lo largo de quince piezas se despliega un diálogo sereno y profundamente visual, donde el piano y la flauta recrean paisajes naturales: desde caminos forestales y monasterios abandonados hasta un mar iluminado por la luna o el murmullo de cascadas que fluyen con una calma hipnótica, envolviendo al oyente en una experiencia meditativa que equilibra la introspección y la libre exploración sonora. Este álbum consolida el arte de ambos músicos proponiendo un refugio auditivo que invita a “silenciar la mente y nutrir el alma”.
Robert Thies & Damjan Krajacic - Blue Landscapes III: Frontiers (2020)
01. Drifting
02. Forest Path
03. The Abandoned Monastery
04. Le Musicien
05. The Lighthouse
06. Goodbye
07. Frontiers
08. Tranquility
09. Take My Hand
10. Infinity
11. The Distant Waterfall
12. Waves on a Moonlit Sea
13. The Valley of Echoes
14. Forgotten Memories
15. Letting Go
Duración total: 74:24 min.
01. Drifting
02. Forest Path
03. The Abandoned Monastery
04. Le Musicien
05. The Lighthouse
06. Goodbye
07. Frontiers
08. Tranquility
09. Take My Hand
10. Infinity
11. The Distant Waterfall
12. Waves on a Moonlit Sea
13. The Valley of Echoes
14. Forgotten Memories
15. Letting Go
Duración total: 74:24 min.
“Quiero la fe de los pájaros cuando se arrojan al aire.” —Pedro Mairal.
ResponderEliminarEsa frase me atravesó hoy mientras escuchaba Blue Landscapes III: Frontiers. Sentí que cada nota, cada soplo de flauta, cada silencio entre acordes, era como un salto al vacío… confiado, suave, sin temor. La música de Robert Thies y Damjan Krajacic no busca el espectáculo; más bien se lanza, como los pájaros, al espacio invisible que existe entre el sonido y el silencio.
Es un vuelo contemplativo, donde la melodía no se impone, sino que invita.
Y en esa invitación, uno puede entregarse.
Puede dejar atrás los pesos, las certezas, el control…
y simplemente respirar.
Frontiers no marca fronteras, las disuelve.
Y en ese disolverse, uno encuentra algo parecido a la fe:
la de los pájaros… o la del alma cuando se deja llevar.
El Diario del Viajero Interior: "Día de alas invisibles."
Hoy no busqué volar… pero volé.
Bastó un acorde suave, una flauta como viento,
y ya no era yo el que caminaba:
era el cielo dentro mío abriéndose.
Pensé en el vértigo de confiar,
en ese instante antes del salto,
cuando todo en el pecho se vuelve pregunta.
Y sin embargo, salté.
Y al hacerlo, supe que el alma siempre recuerda cómo volar.
Solo necesita silencio… y música que sepa acompañarla.