Con el retorno del sol a Takamagahara y el resto de tierras, la naturaleza vuelve a florecer en todo su esplendor. Con la bendición de Hikaru, Mikoto se casa con Kushinadahime y ambos, como en toda buena historia, son felices por siempre marcando el comienzo de una nueva era. Si hay algo de lo que se puede acusar a Kitaro es del exceso de azúcar que añade a su música en momentos puntuales. Pero ese posible defecto no se ha dejado notar demasiado en el tema que pone el punto final al disco. Reimei es una melodía excesivamente preciosista y unos arreglos afortunados con batería, coros y campanas, nos muestran al Kitaro más meloso, soberbio en su conjunto.
“Pensamos en generalidades, pero vivimos en detalles.”
ResponderEliminarAlfred North Whitehead.
Y en cada detalle de esta canción vemos el genio que hay detrás de la misma: Kitaro!